El brasileño Dani Alves, quien hace cinco meses se encuentra arrestado por un presunto abuso sexual contra una mujer de 23 años el pasado 31 de diciembre de 2022 en una discoteca de Barcelona, rompió el silencio y dialogó desde la cárcel con La Vanguardia, de España.

“Me he decidido a dar esta entrevista, mi primera entrevista desde que estoy aquí, para que la gente sepa lo que pienso. Que conozcan la historia a partir de lo que yo viví aquella madrugada en aquel baño”, comenzó diciendo, y añadió: “Hasta ahora se ha explicado un relato muy asustadizo de miedo y de terror, que nada tiene que ver con lo que pasó, ni con lo que yo hice”.

Y explicó: “Esa madrugada, cuando la mujer con la que tengo el problema sale del baño detrás de mí, me quedo un rato junto a mi mesa. No estoy mucho tiempo porque era tarde. Estoy con mi amigo Bruno y se me acerca otra gente antes de irme. Cuando abandono la discoteca por el pasillo de salida, he sabido por las imágenes que paso cerca de donde la mujer está llorando. Yo no la vi. Si la hubiera visto llorar me hubiera detenido para preguntar qué pasaba. Y en ese instante, si algún responsable de la discoteca me hubiera pedido que me esperara porque una joven aseguraba que yo le he había agredido sexualmente, yo no me voy a casa. Esa misma noche me presento en una comisaría a aclarar lo que ha pasado”.

“A mí allí nadie me dijo nada. Salí del Sutton [discoteca] tranquilo. Llegué a mi casa. Me duché porque mi mujer ya dormía y me avergonzaba de la infidelidad. Me enjaboné con rabia. Me acosté en otra cama. Regresaba a México a los dos días para jugar y en algún medio de comunicación se publicó que una joven acusaba a Dani Alves de agresión sexual. Llamé por teléfono a mi abogada, Miraida Puentes. Ella consultó con los Mossos y me aseguró que no había ninguna denuncia y que podía viajar y salir de España con total tranquilidad. Por eso me fui”, indicó.

“Todo lo que pasó y no pasó allí dentro solo lo sabemos ella y yo”, apuntó, y concluyó: “La perdono. Todavía no sé por qué ella hizo todo esto, pero la perdono. Y quería disculparme con la única persona a la que tengo que disculparme, que es mi mujer, Joana Sanz. La mujer con la que me casé hace ocho años, todavía estoy casado y espero vivir con ella toda mi vida”.