El exjugador Dani Alves pidió este martes a la Audiencia de Barcelona que lo deje en libertad a la espera de que sea firme la sentencia que lo condenó a cuatro años y medio de cárcel por violar a una mujer en una discoteca de Barcelona: “Creo en la Justicia. No voy a huir”.
La sección 21ª de la Audiencia de Barcelona ha celebrado hoy una vista para decidir si deja en libertad provisional al futbolista, una petición a la que se ha opuesto la Fiscalía, que cree que persiste el riesgo de huida del acusado, dada su capacidad económica y la elevada pena impuesta.
Al final de la vista, Alves ha intervenido por videoconferencia desde la cárcel Brians 2, en la que lleva más de un año en prisión provisional, y ha asegurado al tribunal que piensa “llegar al final” en este caso porque cree en la justicia. “Creo en la justicia. No voy a huir”, aseguró.
Sin embargo, la Fiscalía se opuso a la puesta en libertad del brasileño al entender que persiste el riesgo de huida, dada su capacidad económica y la elevada pena impuesta, en tanto que el futbolista ha alegado que cree en la justicia y que no piensa huir. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) tiene sobre la mesa los recursos que la Fiscalía, la acusación particular ejercida por la víctima y la defensa han presentado contra la sentencia que lo condenó a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022.
La Fiscalía, que en su recurso contra la sentencia pide a la Audiencia que condene a Alves a nueve años de cárcel, pidió al tribunal que mantenga en prisión al futbolista, argumentando que sigue existiendo riesgo de fuga, si cabe más aún después de la sentencia, puesto que la pena sigue siendo alta. Unos argumentos que también ha esgrimido la acusación particular ejercida por la víctima, a través de su abogada, Ester García, que también ha hecho hincapié en los recursos económicos del procesado.
Sin embargo, la defensa aduce que esa capacidad económica no es tal, dado que a raíz de su detención se rescindieron los acuerdos de patrocinio que Alves tenía firmados con varias marcas, perdió su trabajo en el club de fútbol Pumas de México y aún no ha cobrado la suma que le adeuda Hacienda por un contencioso tributario que se resolvió a su favor.
La abogada, Inés Guardiola, también argumenta que Alves cumplió el pasado 5 de marzo una cuarta parte de su condena, con lo que de ser firme la sentencia ya podría disfrutar de permisos e incluso acceder al tercer grado, que la pena impuesta es muy inferior a la que solicitaban las acusaciones —nueve y 12 año—- y que el TSJC puede tardar hasta un año en resolver sobre el asunto.
Como alternativas, la defensa, que en su recurso al TSJC vuelve a pedir la absolución, acepta que se imponga a Alves una fianza de 50.000 euros, además de la retirada del pasaportes y comparecencias semanales en el juzgado.