Juan Pedro Damiani, expresidente del Club Atlético Peñarol, se refirió a la actualidad aurinegra y a la gestión de Juan Ignacio Ruglio en el programa Punto Penal (de Canal 10).
“El equipo jugó bien y rápido, que es lo que quiere Diego (Aguirre). Hay una ilusión. Siempre es importante ganar los dos primeros partidos, porque son el envión para seguir. Los resultados son lo que cambian todo”, comenzó declarando el directivo.
“La exposición es fundamental. Los períodos de pases son dificilísimos, y más cuando vos tenés poca plata. Tenés para dar primer mundo y bolsillo de tercer mundo. El error o inexperiencia fue avisar que vino tal, porque se te puede frustrar, ya que en el camino…”, agregó y comentó: “A pesar de que me tildaban de dictador, yo los sumaba a todos. La mesa chica es operativa, pero después tenés que sentar a todos”.
Consultado por el asado de semanas atrás, organizado por Diego Aguirre y en el que se reunieron varios directivos y exdirectivos mirasoles, contó: “Fue una buena iniciativa de Diego (Aguirre). Se generó un buen ambiente. Sé lo que piensa Diego (Aguirre), porque somos amigos del fútbol, y sé lo que necesitaba Peñarol. Él sabía más que nadie que el gran problema del club era esta división. Obviamente, no se arregla solo con un asado, sino sería muy amateur”.
“El gran problema del fútbol uruguayo, y no solo de Peñarol, es que se está jugando mucho al achique económico. Es el muro del lamento. Es una inversión. Tenés que apostar. ¿Cuánto hay de recompensa, no solo deportiva, sino económica? El problema es producir, no deber. Hay que apostar en grande. El tema es generar. No ganando perdés más. Peñarol debe desde el año 1891”, manifestó.
Sobre su posición respecto a disputar los clásicos como local sin público visitante, o en el Estadio Centenario con ambas hinchadas, mencionó: “Claramente, el clásico lo juego sin público visitante. De la otra manera, para quedar bien con la tribuna, matás a 44.000 hinchas por 2.000, que tienen que estar como ocho horas. Perjudico a la mayoría por darle las entradas a 2.000 vándalos que van a romper todo. Me encantaría que se jugara con público visitante, pero no es un ámbito que tiene que arreglar el fútbol, sino un tema de la sociedad. Es algo que no es real”.
“Un club como Peñarol no tiene que asociarse con nadie, y menos con el Grupo Pachuca, que no tiene el target de lo que es Peñarol en el mundo. Nos minimiza como institución. Peñarol, mal o bien para los hinchas de Nacional, fue el campeón del siglo junto con Real Madrid”, expresó.
Y concluyó: “(Juan Ignacio) Ruglio es un gran político. Lo que viene haciendo bien es no hablar. El presidente de Peñarol tiene que mandar, y él manda. Eso es interesante. Sin embargo, él ve al club de una manera distinta a la que lo veo yo. Hacer la ciudad deportiva fue algo muy bueno. Yo lo hice dirigente a él”.