Damián Suárez llegó a mediados de este año a Peñarol desde Botafogo, equipo que posteriormente eliminó al Aurinegro en semifinales de la Copa Libertadores. Fue toda una novela en ese momento debido a que tenía contrato vigente y tuvo que abonar una cifra importante para su salir del club, algo que finalmente sucedió.
Fue inscripto por el Fogão para los octavos de final de la Copa, por lo que no pudo jugar con Peñarol en ese torneo. “Para llegar tuve que resignar los premios que me correspondían en Botafogo por la Libertadores; eso no cambia mi cariño hacia mis excompañeros. Ojalá tengan suerte en la final”, dijo a Fuera de juego de radio Carve Deportiva.
“Estoy agradecido a la gente y a Diego Aguirre por llegar al club. Yo siempre quiero jugar. Si me toca, bárbaro, y, si no, seguir apoyando a [Pedro] Milans, que lo viene haciendo muy bien”, destacó, y habló del desgarro que sufrió semanas atrás: “La lesión vino por todo lo que me paso para llegar a Peñarol. Es claro que el estrés te pasa factura y por eso demoré un poco más en recuperarme”.
Con respecto al objetivo del equipo, señaló: “La idea es salir campeón sin finales, pero para eso hay que ganar los cinco partidos para cerrar un gran año. El domingo se complicó por un momento el partido, pero lo sacamos adelante. Tenemos un gran plantel y creo que estamos capacitados para el objetivo”.
Y cerró hablando de Alexander Barboza, jugador del Botafogo que tiene un particular vínculo con Uruguay que salió a la luz luego de la ida de semis contra el Mirasol: “Es hincha de Peñarol por su padre y le seduce la idea de jugar en Uruguay, por lo que hablábamos con Diego Hernández a principio de año. Tiene la ilusión de que algún día se le dé la chance”.