El arquero Gianluigi Buffon, leyenda viva de Juventus Turín y bandera del fútbol italiano que alcanzó el techo del mundo en Alemania 2006, cumple hoy 43 años, todavía defendiendo la casaca del equipo juventino y con una carrera que parece lejos de concluir.
Actualmente es el segundo futbolista más longevo dentro de las cinco grandes ligas del fútbol europeo, sólo superado en edad por Vitorino Hilton, defensor brasileño que cumplió 43 años el pasado 13 de setiembre y que en su décima temporada consecutiva defendiendo al Montpellier de Francia lleva 14 partidos jugados en la Ligue 1.
Todo italiano aficionado al fútbol nacido en los años 90 creció viendo a Buffon defender el arco de la Nazionale Azzurra en las noches más dulces, como la del triunfo contra Francia en la final del Mundial de 2006, y en las más amargas, como en la histórica debacle del noviembre de 2017 en la repesca mundialista contra Suecia.
En sus 26 años en el fútbol profesional, Buffon forjó una leyenda que trasciende las fronteras italianas y que lo convirtió en uno de los jugadores de fútbol más conocidos del mundo, amado por sus aficionados y respetado por sus rivales, que le reconocen unas innatas capacidades de liderazgo y ganas de superación.
La misma fuerza de voluntad que le permitió seguir en el fútbol de elite a los 43 años, en calidad de segundo arquero, tras el polaco Wojciech Szczesny, en un equipo de Juventus que conquistó la semana pasada la Supercopa italiana y que busca retener por décimo año consecutivo el título de la Serie A de Italia.
La que empezó en setiembre pasado es la 26.ª temporada vivida por Gigi. Una legendaria trayectoria que comenzó el 19 de noviembre de 1995, con 17 años, como guardameta del Parma y que sigue en la actualidad.
Se afirmó en Parma como uno de los mejores arqueros de Europa, al coronarse campeón de la Copa UEFA de 1999, y fichó a mediados de 2001 con Juventus, donde acumula 19 años. Aceptó, como campeón del mundo, bajar a la Serie B (Segunda División) en 2006 tras el escándalo de fraude deportivo ‘Calciopoli’ y resurgió hasta conquistar otros ocho títulos ligueros.
Tras el tremendo disgusto vivido en 2017 con la selección italiana, al no clasificarse para el que hubiese sido su sexto Mundial (todo un récord), reconoció que pensó en colgar los guantes, pero a continuación aceptó la propuesta del París Saint Germain francés, con el que ganó la Ligue 1 y la Supercopa gala.
Se sentía todavía capaz de “performar”, como suele decir él italianizando una palabra inglesa, y sigue divirtiéndose en el campo. Por eso regresó en 2019 a Juventus y arrancó este año su segunda campaña tras su vuelta.
Ha disputado 923 partidos con los clubes incluyendo el de ayer, que fue victoria 4-0 ante SPAL por la Copa Italia, y 176 con la selección italiana. Nadie vistió más veces que él la Azzurra, a la que defendió por última vez en aquel 0-0 recordado frente a Suecia.
En la presente temporada acumula siete partidos, disputados entre la Serie A, la Copa Italia y la Champions League, la competición que nunca ha podido ganar en su carrera y que sigue persiguiendo.
Su último partido en Champions fue el pasado 8 de diciembre, cuando regaló una espectacular actuación en el triunfo 3-0 de su Juventus contra el Barcelona, logrando anular varios disparos del argentino Lionel Messi, con el que intercambió varias sonrisas deportivas.
Es precisamente su lealtad, su carácter positivo y bromista el que le permitió establecer óptimas relaciones con varias leyendas del fútbol, como por ejemplo el español Iker Casillas, entre muchas más.
EFE / FútbolUy