Ernesto Dehl, presidente de Cerro Largo, no ocultó su malestar por el hecho de haber tenido que jugar su partido ante Defensor Sporting en Maldonado y no en Treinta y Tres, donde pretendía hacerlo. La Mesa Ejecutiva no habilitó el estadio Centro Empleados de Comercio tras el informe negativo de la Comisión de Field, más allá de que no tiene un carácter vinculante.
“Otra vez una imposición de la Mesa Ejecutiva nos hace jugar en una cancha a la que no queríamos venir. El estadio de Treinta y Tres está en muy buenas condiciones. Si le vamos a buscar detalles, se lo vamos a encontrar, como a todas las canchas de Montevideo. Tiene una iluminación mejor que la del Campus de Maldonado”, dijo Dehl a la transmisión ‘Fútbol al Máximo’ de Radio Oriental, y confirmó que jugará ante Nacional en Paysandú el miércoles 20 de abril.
“Sabemos que hubo algo más”
El presidente arachán dijo que el “último argumento” que le dieron para no dejarlo jugar en el escenario olimareño fue de seguridad, a raíz del estado de los tejidos. “La semana anterior se jugó un partido de OFI con 3.000 personas. Nos molesta porque sabemos que hubo algo más”, señaló, y disparó contra la Comisión de Field, que “no quería ir a habilitarlo porque no tenía el tiempo suficiente”.
“Es brutal la subjetividad que ha tenido esa comisión, que habilitó otros escenarios de la noche a la mañana. No nos sentimos perseguidos pero sí perjudicados. Acá teníamos el visto bueno del presidente de la AUF, a quien he criticado porque estamos en dos veredas distintas. Ignacio Alonso quería que se jugara en Treinta y Tres pero encontramos obstáculos”, indicó.
“En la tarde nos dijeron que el arco tenía unos centímetros menos, cuando ningún arco del fútbol uruguayo tiene la misma altura. Me animo a ir con quienes integran la Comisión de canchas a medir todos los arcos”, concluyó Dehl, y agregó que Cerro Largo tendrá pronto el estadio Ubilla para la 14.ª fecha, prevista para el sábado 14 y domingo 15 de mayo.
La respuesta: “Un arco es más chico que el otro”
El ingeniero Dante Prato, presidente de la Comisión de Field, pidió la palabra en la transmisión de Radio Oriental y recordó que la primera inspección en el estadio olimareño “se hizo el 2 de febrero y se encontraron anomalías graves, como que en el vestuario de los árbitros había una corriente prácticamente conectada a la ducha, algo que en ningún lugar se aprobaría por razones de seguridad”.
“Había muchas anomalías en el césped y en las medidas. No sólo las dimensiones estaban incorrectas, sino que hay una tapa a menos de medio metro de una línea. Y uno de los arcos tiene 10 centímetros de diferencia entre un vertical y el otro. Lo mirás y ves el travesaño inclinado. Un arco es más chico que el otro”, argumentó.
“Esa inspección la hicimos el 2 de febrero. Si hasta el 2 de abril no tuvieron tiempo de corregir las cosas, no es problema nuestro. Pero sobre todo, lo que no hay es falta de objetividad. Eso que se menciona es de una mala intención que no tenemos por qué soportar. Estaría bueno que fueran a demostrar esa falta de objetividad en los organismos correspondientes de la AUF. Somos profesionales en esto”, señaló.
“Cuando se nos pidió que volviéramos a ir a Treinta y Tres preguntamos si arreglaron el arco. Como nos dijeron que no, dijimos que de nuestro lado la cancha iba a seguir con la misma calificación. Pero nosotros no habilitamos ni inhabilitamos nada. Es la Mesa Ejecutiva la que toma nuestro trabajo”, puntualizó.
Prato aclaró que, oficialmente, nadie le pidió a la Comisión de Field que volviera a inspeccionar el estadio de Treinta y Tres, aunque extraoficialmente se lo solicitaron desde la Mesa Ejecutiva. “El señor Dehl dice que ponemos trabas y es absolutamente ridículo. Hay un colega de Treinta y Tres de nuestra confianza y nos dijo que no habían cambiado el arco. La policía fue por su lado por razones de seguridad y nosotros en eso no intervenimos”, expresó.