El derbi entre el Betis y el Sevilla, por los octavos de final de la Copa del Rey, se interrumpió a los 39 minutos del primer tiempo después de que el sevillista Joan Jordán recibiera el impacto de una barra en su cabeza, al parecer de plástico, justo tras empatar a uno el equipo local.

Después de ocho minutos en los que el juego estuvo parado para atender al futbolista, al que el impacto le dejó algo aturdido, el árbitro vasco Ricardo de Burgos Bengoechea, que estaba muy cerca de la acción, recogió el objeto lanzado desde el Gol Sur del Villamarín, se lo entregó al delegado de campo y decidió que el partido quedara interrumpido cuando aún quedaban 6 minutos del primer tiempo.

A partir de ahí, el árbitro ordenó a los dos equipos que se marcharan hasta los vestuarios antes de adoptar la decisión de suspender el partido.