El partido comenzó con los bohemios tratando de controlar la pelota y avanzar en forma coordinada, ante un Cerro mucho más vertical, que apostó principalmente a la banda izquierda para conseguir desequilibrar.
La primera de peligro fue del local, luego de un mal despeje de Rodrigo Izquierdo que derivó en los pies de Nicolás Albarracín que sacó un fuerte zapatazo que tocó en un defensa y se fue al córner.
Los de Cuello manejaban los tiempos del trámite y volvieron a avisar en otro balón al área que Formento quiso despejar y se fue sobre su arco, sacando Aníbal Hernández antes de que ingrese al arco.
Recién sobre los 20' los albicelestes lograron afianzarse en mitad de la cancha y con ello alejar el juego de su mediacancha, incluso teniendo una posibilidad en ataque tras una buena acción individual de Peraza que conjuró De Arruabarrena.
De allí al cierre de esos primeros 45', fue la visita la que controló las acciones, recuperando con facilidad la pelota y no permitiendo a su rival combinarse a placer, pero sin llegar a ofender con claridad para sellar el 0-0.
Cero grandote
En el complemento fue Cerro el que llevó las riendas, dominando el juego desde lo posicional y más allá de un cabezazo de Pastorini que controló Formento, los bohemios no encontraban soluciones para tener la pelota.
Es más, un disparo de Felipe Klein obligó a una buena tapada del golero local, cuando su equipo no encontraba caminos y apostó al ingreso de Diego Riolfo.
Los minutos iban transcurriendo sin mayores acciones de peligro, jugando a la forma que más le convenía a los cerrenses que no pasaban sobresaltos y esperaban alguna contra para sorprender.
Pero nada pasó y el pitazo de Darío Herrera selló la igualdad sin goles que deja todo abierto para la revancha, en un duelo donde repartieron honores justamente.