Peñarol sumó una nueva frustración a nivel internacional y se despidió de la Copa Sudamericana en segunda fase. Horas después de que clasificaran River Plate y Fénix a octavos de final, empató 1-1 con Vélez Sarsfield como local pese a no merecer la eliminación. Otra vez lo condenó la falta de gol.
Como si fuera una continuación del partido en Liniers, el elenco mirasol se replegó unos metros en el arranque para salir rápido de contragolpe y tuvo las dos llegadas más claras en el primer cuarto de hora frente a un rival que apostó a una pasiva tenencia de balón.
Joaquín Piquerez fue el jugador más incisivo en ese arranque. A los 8’ robó en campo rival y habilitó a David Terans, que le quemó las manos a Alexander Domínguez, y a los 12’ tras un rebote conectó un derechazo de aire que pasó muy cerca del arco visitante.
Con el correr de los minutos el conjunto argentino fue enfriando el trámite a partir de la circulación de balón que le aportó Fernando Gago en el eje del mediocampo. Peñarol esperaba y la perdía muy rápido cuando intentaba explotar las bandas.
A los 33’ salió sentido Jonathan Urretaviscaya, que estuvo en duda toda la semana, y en su lugar entró Christian Bravo, quien dos minutos después reclamó con razón un penal. Francisco Ortega le enganchó la pierna al chileno y el árbitro Flavio Rodrigues de Souza no lo sancionó.
La tónica se mantuvo en los primeros 20 minutos de la etapa complementaria, hasta que el cansancio empezó a pasar factura de los dos lados y el trámite se hizo de ida y vuelta, con más espacios para las transiciones rápidas y muchos errores al momento del último pase.
Vélez Sarsfield mejoró a partir de los cambios y Peñarol tuvo un par de remates desviados. El más claro fue de Terans de frente al arco a los 67’, cinco minutos después de que el árbitro le perdonara la roja a Pablo Galdames por una dura entrada sobre Matías Britos que fue amarilla.
El conjunto argentino no mostró profundidad ni ambición en el último tramo y al uruguayo le faltó resto físico. La tanda de penales parecía inevitable pese a los primeros cambios que ordenó a los 82’ Ruben Paz, entrenador mirasol ante la suspensión de Mario Saralegui.
No obstante, la emoción llegó al final. Un innecesario penal de Fabricio Formiliano sobre Ricardo Centurión, que exageró la caída e hizo comprar al juez (dusoso empujón sin pelota en una jugada de pelota quieta), le permitió a Thiago Almada abrir el score a los 93’.
Cristian Rodríguez empató por la misma vía dos minutos más tarde luego de una polémica falta del arquero Alexander Domínguez sobre Luis Acevedo, pero ya no hubo tiempo para más nada.