El partido comenzó con los albivioletas, fieles al estilo de su entrenador, dispuestos a pararse en cancha rival, presionar la salida y generar incomodidades en la última línea trasandina.
Así fue como se hizo de las riendas del juego y gestó algunas buenas ocasiones iniciales, como un disparo de Kaique y otro de Nequecauer que avisaron de las intenciones.
Pero ese envión inicial lentamente fue controlado por los trasandinos, que comenzaron a tener mayor posesión con los volantes y con ello ganando metros en cancha para acercarse al arco de Guillermo De Amores.
Walter Mazzantti con velocidad trataba de desbordar por derecha y meter balones al área para que Escobar y Martínez exigieran a los zagueros, aunque todavía sin mayores réditos.
Manuel Ugarte era un "pacman" en la cancha, con un despliegue tremendo y otorgando el equilibrio que necesitaba el equipo de Capurro para manejar el trámite, sabedor que la diferencia obtenida en la ida le daba un colchón que con los minutos iba a desesperar al local.
Sobre el cierre de esa primera etapa un disparo que Escobar que tapó el golero uruguayo y un intento de Nicolás Machado desde la mitad de la cancha, movieron un juego de pocas llegadas, que se fue al descanso con tanteador cerrado.
Negocio cerrado
El complemento comenzó con Carrasco apostando a dos cambios buscando velocidad, ingresando Ignacio Pereira y Carlos Fernández con el objeto de agregarle motivos de preocupación a Huachipato que tenía que convertir pero generaba poco y nada.
El despliegue del albivioleta era clave para cerrar espacios a un rival que iba acumulando gente arriba pero no podía encontrar la apertura que le diera esperanzas de acercarse a la clasificación, aunque un cabezazo de Sánchez Sotelo que dio en el travesaño partió la monotonía del ir y venir.
Sobre los 70' los dirigidos por Gustavo Florentín decidieron arriesgar al máximo para ponerse a tiro, algo que lograrían casi sin querer. Después de tener alguna posibilidad con balones al área, abrieron la cuenta a los 73'.
Un desborde por derecha terminó con un centro al segundo palo el cual salió a cortar sin éxito Guillermo De Amores y para peor, Ángel Rodríguez en su intento de sacarla, le dio destino hacia su valla para el 1-0.
Pero lejos de sufrir, Fénix encontró soluciones en un gran contragolpe que terminó siendo clave para igualar el partido y asegurar la clasificación. Roberto Fernández habilitó para la corrida a Carlos Fernández que asisitió al medio al argentino Nequecaur y éste de primera le pegó, rebotó en un rival y se metió para el 1-1.
La igualdad bajó la cortina del cotejo, ya que si bien los chilenos no se rindieron hasta el final, el 3-1 de los de Capurro en Montevideo, sellaron la serie con un global de 4-2 y la clasificación de Fénix a octavos de final.
Allí se encontraran con el ganador del duelo entre los argentinos Inpendendiente y Atlético Tucumán, que tiene adelante al rojo que venció 1-0 en la ida.