Cerro pagó caro un mal arranque de segundo tiempo y perdió 2-0 frente a Bahía, equipo que marcha 13.º en el Brasileirao y que aprovechó el envión anímico de haber ganado 4-1 el clásico del pasado domingo frente al Vitória. Así, los norteños se llevaron una buena ventaja para la revancha de esta llave de segunda fase de la Sudamericana, que será el 8 de agosto.
La primera mitad mostró al local intentando prevalecer y al visitante aguantando atrás, pero sin resignar el ataque. Los brasileños no se mostraban firmes en el fondo cuando los uruguayos buscaban salir rápido con la velocidad de Franco López, pero pocas veces pudo contragolpear el conjunto de Petete Correa.
El entrenador albiceleste fue expulsado en la primera parte, por lo que su asistente Nelson Abeijón asumió la dirección técnica. Poco más pasó antes del descanso. A esa altura se repartían la tenencia del balón y no había un dominador claro.
El trámite cambió a los 53’, cuando abrió la cuenta Bahía. Regis ejecutó un córner desde la derecha, Irrazábal chocó con Porras en su dubitativa salida y por el segundo palo apareció solo Gilberto para conectar con facilidad a la red. Fue el comienzo del descalabro cerrense.
Los cambios albicelestes no dieron resultado. Ciganda no pudo profundizar y Franco López siguió careciendo de compañía arriba. Por otra parte, los brasileños empezaron a encontrar espacios y a generar aproximaciones que fueron un aviso antes del 2-0.
El segundo tanto cayó de penal a los 74’. Marco Antonio centró desde la derecha, Darwin Torres cortó el envío con el brazo izquierdo y el peruano Michael Espinoza no dudó en sancionar la pena máxima, que fue capitalizada por Regis.
Cinco minutos más tarde tuvo la chance de aumentar el elenco brasileño mediante otro penal, luego de una clara infracción de Juan Izquierdo sobre Zé Rafael. No obstante, la víctima de la falta asumió la ejecución y remató por arriba del travesaño.
Cerro buscó el anhelado gol de visitante en el tramo final asumiendo riesgos, pero apenas exigió al arquero Anderson con un derechazo de Aníbal Hernández a poco del epílogo.