El partido comenzó con Peñarol proponiendo una presión alta sobre la salida del rival, para recuperar rápido y colocarse en situación ofensiva, lo que le dio rápidamente su primera chance de gol tras un tiro libre de Freitas que obligó a una buena tapada del golero local.
Pero los norteños no se quedaron atrás y con muchos centros comenzaron a complicar a la última zona de Peñarol, con centros al área sin mayores petensiones.
Un balón al vacío a buscando a Marcelo Cirino, lo dejó al norteño en posición favorable, y Fomiliano que fue al piso, lo derrumbó comitiendo un claro penal que pito el juez.
Raphael Veiga fue el encargado de rematar, pero Kevin Dawson volando sobre su izquierda tapó para mantener el cero en su arco.
A esa instancia el local mandaba y exigía al arquero aurinegro, que otra vez debió volar para despejar un gran remate de Paulo André.
De allí en más los de Diego López comenzaron a hacer pié en la mitad de la cancha y con ello a controlar mucho más la posesión del balón, lo que les dio un buen respiro, pero sin lograr ofender a su rival.
El primer tiempo se fue con buenas noticias para Peñarol, porque pudo volver a proponer con un disparo de Lucas Hernández, pero mejor aún, su rival se quedó con diez hombres luego que Wanderson viera la roja por doble amarilla.
Defensa en el debe
En el inicio del complemento los carboneros se mostraron mucho más activos en ofensiva, tratando de abrir la cancha para hacer pesar el hombre de más, pero sin conseguir precisión en el pase final para incomodar a Santos.
Los minutos transcurrían y el partido era parejo, con la sensación de poca seguridad en la última línea mirasol y una carencia en la creación que López intentó solucionar con el ingreso del "Cebolla" Rodríguez.
Pero un quedo defensivo en un balón largo que entre Giovanni González y Kevin Dawson no lograron despejar, hizo que Marcelo Cirino se quedara con el balón y con tranquilidad marcara la apertura para el local.
Un grave error que se vio potenciado minutos más tarde, cuando Gabriel Fernández viera la segunda amarilla y posterior roja, dejando a los dos equipos con diez en cancha y el partido muy cuesta arriba.
Los norteños a esa altura eran muy superiores y la defensa no paraba de sufrir con un Matheu plagado de errores y la zona derecha como vía libre para el ataque de su rival.
De allí provino el centro a los 80' de Jhonatan que encontró al ingresado Pablo, sólo por el medio, para tocar con el arco vacío al gol y ampliar a 2-0 su ventaja.
A esa altura los de López sufrían el partido y esperaban con ansías el pitazo final tratando de no sufrir más goles en contra y mantener esperanzas con vistas a la revancha.
Pablo en la hora se perdió el tercero y el pitazo del ábritro cerró un cotejo para el olvido una vez más en el exterior, que obliga al equipo carbonero a extremarse al máximo en el Campeón del Siglo si quieren avanzar en la Sudamericana.
Para eso deberá cambiar mucho, mejorar una defensa que es sumamente accesible de superar para los rivales y comenzar a generar juego y convertir, algo que les cuesta muchísimo.