Uruguay ya se proyecta para su duelo de cuartos de final ante Brasil en Las Vegas del próximo sábado a las 22 horas, y que determinará si alcanza la instancia de los cuatro mejores de la actual Copa América.

Tras ganar el grupo con autoridad y con una buena demostración de intenciones, el plantel celeste tendrá ahora un duro escollo por delante como es la selección canarinha.

Para eso, estos días de recuperación, descanso y entrenamiento, serán cruciales para algunos jugadores que están tocados, pero que se estima lleguen sin problemas al duelo.

Maxi Araújo, quien sufrió un traumatismo de cráneo y fue sustituido en el primer tiempo del choque ante Estados Unidos, encendió las alarmas en la delegación, pero en el correr de las horas fueron dando sensaciones positivas acerca de su recuperación.

“Fue solo fue un susto”, escribió el extremo del Toluca en sus redes sociales, y comentó: “Estoy pronto para lo que viene, que será increíble”. Lo cierto es que este miércoles el cuerpo técnico optó por cuidar al jugador, que se quedó en el hotel por precaución y no fue parte del entrenamiento.

A esta hora el otro que genera preocupación es Manuel Ugarte, que sufrió una dolencia de rodilla y que se espera el correr de las horas para que pueda llegar al cien por ciento ante los norteños. Todo hace indicar que estos días serán clave para determinar su presencia o no.

Rodrigo Bentancur podría ser la alternativa en la zona de volantes, aunque aún es muy temprano para tener claridad en los pasos a dar por el argentino.

Nández y Viña, con alguna molestia de menos índice, también se preparan con certezas para un choque que promete emociones y un clásico continental.

“Sanitariamente, el plantel está bien”, comentó a los medios Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y amplió: “Hemos recibido buenas noticias con los jugadores que tenían un asterisco, fundamentalmente lo que pasó con Maxi”.

“Estamos tranquilos, y también sabiendo que tenemos muy buen recambio en caso de ser necesario”, finalizó diciendo el dirigente.

De esta forma, y si físicamente todos están aptos para el nivel de intensidad y aplicación táctica que exige Bielsa, el once no tendría mayores novedades y se repetiría el equipo que actuó en los duelos ante Bolivia y Estados Unidos.