Corea del Norte le ganó a Japón 1-0 la final del Mundial de fútbol femenino sub-20, disputada este domingo en el Campín de Bogotá. Se hicieron presentes 32.908 personas en el principal estadio de la capital colombiana, donde hubo una silbatina cerrada para los dirigentes.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, entró a la cancha para la ceremonia de premiación junto a su par de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, y Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Antes de colgar las medallas a las futbolistas que protagonizaron la final, los tres dirigentes fueron silbados por el público, tal como ocurrió en el Estadio Centenario cuando en la despedida de Luis Suárez se anunció por los altoparlantes a Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y el exarquero Nery Pumpido, representante de la Conmebol.

Medios colombianos aseguran que el motivo del malestar de los hinchas locales pasa por las dudas que se generaron alrededor del proceso de venta de entradas para el Mundial sub-20 en general y para la final del certamen en particular.

Hace más de una semana se anunció que las localidades para la final estaban agotadas, y días después de la eliminación de la selección colombiana apareció a la venta un importante remanente, lo que hizo pensar en un bloqueo de boletos para favorecer el negocio de la reventa.