Juan Ignacio Ramírez es el goleador del Campeonato Uruguayo con 21 goles, uno más que Gonzalo Bergessio, pero sabe que repetir ese logro no sería tan importante como hacer historia y conquistar el Clausura con Liverpool. Los objetivos van de la mano y lo ponen a él a las puertas de una salida grande al exterior, mientras espera la llegada de su segundo hijo.
Antonela, su esposa, lleva 38 semanas de embarazo y espera a Juan Francisco. Sabe que el niño nacerá este mes, pero lo que no aún no tiene claro es dónde será criado. A la pequeña Faustina, que en junio cumplirá dos años, por las dudas no la anotaron en un colegio. “Me daba cosa explicar la situación de que capaz que en tres meses o antes me estoy yendo del país. Preferí un jardín, donde los grupos son más reducidos”, contó el goleador a FútbolUy.
Contento son su paternidad y con las siestas de a tres que le regala cada tarde, el Colo sabe que a nivel grupal se terminó el “paso a paso” y no oculta el gran objetivo de su Liverpool: “Ganar el Clausura para luego ganar el Campeonato Uruguayo”. No obstante, la mentalidad del “partido a partido” sigue siendo la misma.
“El objetivo que tenemos es ser campeones, pero entrenamos pensando en Nacional, no en lo que vendrá después. Sabemos que lo que nos trajo hasta acá es la regularidad y el pensar en el partido que tenemos enfrente. Cuando Nacional perdió con Danubio hablamos de que no nos servía de nada si nosotros no hacíamos nuestro trabajo. La cabeza estaba metida en River, no en Nacional y después en Torque”, puntualizó.
“No creo que se dejen ganar”
“Una gran enseñanza que tuvo este plantel en comparación con el del Apertura es que cada partido lo jugamos como una final, e incluso no perdimos. Sentimos que con Nacional es una final y que de ganar será un paso muy importante para el gran objetivo que es ser campeones del Clausura”, señaló el Colo, quien a sus 24 años ya pasó la barrera de los 70 goles oficiales.
Reconoce que Marcelo Méndez, el entrenador, les da “una línea de cómo declarar para que no se vaya la boca y que se mantenga la humildad al hacer declaraciones”, y opta por no entrar en polémicas respecto al morbo que existe en relación a las posibilidades de Nacional y la conveniencia de perder para sacar de la pelea a Peñarol.
“Como jugador de fútbol que soy, no creo que ningún equipo se deje ganar un partido para dejar a otro afuera de un campeonato. Ellos tienen claro que ganando un partido aseguran la Anual y les quedan tres, pero también están peleando el Clausura. Será un partido durísimo por la clase de jugadores que tiene el rival y por el hambre de ganar cosas que tenemos nosotros”, advirtió.
El cambio de la mano de Marcelo Méndez
Valora de su entrenador “que es una muy buena persona y muy frontal” con el plantel. “A mí me tocó hablar mucho con él porque cuando llegó yo estaba por irme. Hablaba con el presidente (José Luis) Palma y conmigo, y me ayudó a controlar un poco la ansiedad y enfocarme a trabajar 100% para Liverpool. Generamos una buena relación”, destacó.
“A nivel grupal, más allá de la confianza, que fue por los resultados, lo generó en nosotros fue la idea de entrenar al 100% y hacernos ver que nadie nos regala nada. Nos hizo ver que en Liverpool no nos hace falta nada y que tenemos todo lo necesario para entrenar. De eso tenemos que sacar provecho para crecer en lo futbolístico y en lo físico. Todas esas cosas mínimas que otros equipos lamentablemente no pueden tenerlas”, ponderó.
“La mentalidad para bien, para ganar y para ser competitivo con el compañero, fue el cambio más radical; la cabeza del jugador. En lo futbolístico cambió algunas cosas que son parecidas a lo que veníamos trabajando con Pezzolano, entonces los juveniles se sienten cómodos. Hemos mejorado en lo defensivo, que antes nos costaba. Hoy al presionar desde arriba, a los defensas les damos más seguridad. Tratamos de defender los 11 para que no nos conviertan”, explicó.
A la cancha con hermanos de las formatvas y el hermano de sangre
Como integrante estelar de un plantel con enorme mayoría de jugadores surgidos de la propia cantera, siente una mezcla de orgullo y responsabilidad. “Antes del partido con River miraba a cada uno de mis compañeros y pensaba que hace un tiempo estábamos en las formativas, haciendo cada uno su trabajo en su categoría para pelear algún título”, rememoró.
“Me da mucha felicidad por el logro y me transmite una responsabilidad tremenda. Eso hace que el esfuerzo sea el doble y que adentro de la cancha sea todo más fácil”, destacó, al tiempo que se refirió también a su hermano Santiago, quien juega en Nacional y podrían ser rivales este domingo si Jorge Giordano decide su ingreso.
“Tenemos una relación muy buena. Hasta hace unos meses vivíamos juntos y ahora hablamos prácticamente todos los días. Él está arrancando y tiene que ir ganando en confianza y en juego. Está en un equipo grande, que es más difícil que el proceso que hice yo en Liverpool. Lo está disfrutando mucho, con responsabilidad”, expresó.
“No hablamos de apuestas, pero sí de sacarnos una foto. Para mí, que soy más grande que él, es más especial este partido. Capaz que es el único en que nos toque compartir una cancha. Ojalá esté convocado para que eso pase, y sino el destino nos volverá a cruzar en una cancha más adelante”, añadiño.
El sueño: la Celeste y el pase al exterior
Consultado por un anhelo a futuro a nivel deportivo, fue claro al expresar que “el sueño máximo es poder jugar en la selección”. “A todo futbolista le pasa, y más al uruguayo que tiene muy inculcado el tema de la selección. Me siento muy representado por Uruguay y por sus jugadores”, reveló.
Ya se calzó la Celeste a nivel sub-23 en los Panamericanos de Lima 2019 y en el Preolímpico de Colombia 2020, convirtiendo tres goles en 10 cotejos, pero ahora espera hacerlo a nivel mayor. “Mi sueño es ese junto a dar el salto al exterior. Son cosas que van de la mano para poder lograr el otro objetivo”, reconoció.
Sobre esa transferencia al exterior, confirmó que “había muy buenas opciones y no se dio”, aunque aclara que si bien tiene el anhelo de emigrar, no lo hará a cualquier mercado. La decisión ya está siendo más que evaluada y su idea y la del club es que sea un pase a un club donde pueda jugar y haya margen de crecimiento.
“Mi representante y Palma están esperando un poco a que pase esto de la pandemia. El tema del fair play financiero y los topes salariales que tienen los equipos hacen que se tranque un poco porque capaz que tienen destinada cierta plata para un jugador o un club, y al tener menos plata se achica el sueldo o el porcentaje del club. Están trabajando para encontrar la mejor opción, pero tampoco a lo que salga”, concluyó.