Clausura: Wanderers, con dos goles en la adición, igualó 2-2 con Danubio en el Viera

Wanderers, con dos goles en el tiempo añadido, igualó de forma increíble un partido que perdía 2-0 con Danubio en el Viera por la quinta fecha del torneo Clausura.

El partido comenzó con los bohemios manejando la pelota y tratando de ser ofensivos, ante un rival que se paraba bien y esperaba para sorprender con velocidad.

Lo cierto es que el duelo era parejo y disputado, aunque sobre el cuarto de hora apareció una clarísima para el visitante. Un robo de Ancheta generó una contra muy bien ejecutada, con un pase filtrado de Cantera para la velocidad de Sanseviero, quien ante la salida del golero la quiso picar pero sin acertarle al arco.

La respuesta fue con la conexión de los dos delanteros bohemios, con un centro de Nicolás Fonseca que cabeceó Royón y la pelota se fue apenas alta.

De allí en adelante fueron remates de pelota quieta los que acercaron al quiebre de la paridad en una cálida noche en el Prado. Primero fue Tabaré Viudez el que probó y exigió a Goicoechea que respondió bien.

Luego fue el turno de Matías Fracchia con un zapatazo que Da Silva sacó dando rebote, Fratta quiso aprovecharlo, pero el golero se recompuso para contenerla. 0-0 y al descanso.

Y el complemento dio inicio de la mejor forma posible para los franjeados y casi sin quererlo porque a los 46' llegaron a la apertura con un gol en contra.

Un centro desde la derecha que mandaron al área sin pretensión alguna, encontró a Mario Risso con un defectuoso intento de despeje que salió hacia su valla, sorprendió al meta y se transformó en el 1-0.

Un golpazo para el bohemio que se amplió mucho más a los 53' con la llegada del segundo. Una contra que terminó con Sanseviero lanzado por derecha y ganando en velocidad, poniendo el balón al medio y apareciendo por Christian Tizón para inflar las redes.

Pacheco apuntó a las variantes para tratar de hacer reaccionar a su equipo, que en un abrir y cerrar de ojos se encontraba lejos en el resultado, ante un rival efectivo y sólido a la hora de marcar.

Las cosas no salían al local que no generaba demasiado en ataque e incluso se salvó del tercero luego de otra acción rápida de Tizón que remató por encima de Da Silva y reventó el travesaño.

La redención

El tiempo adicionado sirvió para la redención de Mario Risso, factor clave para una inolvidable reacción bohemia que le permitió salvar un punto.

Jugando como nueve, apareció a los 90'+2' para aprovechar un rebote que dio Goicoechea para marcar el descuento que sirvió para darle emoción al trámite.

Pero un minuto después fue el encargado de bajar una pelota de cabeza para que Cristian Franco ajusticiara al golero visitante para el inesperado 2-2 que cerró el choque. 

Dos puntos que dejó por el camino Danubio cuando todo era festejo y una unidad con sabor a triunfo para un porfiado Wanderers en el Viera.