Sud América logró su segunda victoria del Clausura, y fue la segunda resonante. Luego de haber sorprendido en el Parque Central, se impuso 1-0 en el Centenario a Peñarol, que jugó su peor partido del certamen y perdió su invicto.

Tal como hizo ante Nacional, el conjunto buzón priorizó el cero en su arco pero sin renunciar al de enfrente. Bien agrupado con un 5-3-1-1 rígido, estuvo compacto para cortar balones y salir rápido. Así avisó con un par de disparos sin mayor peligro antes de ponerse en ventaja.

El gol llegó a los 11’, cuando Ángel Luna le robó la pelota a Andrés Rodales y se metió en el área de Peñarol sin que nadie lo marcara para definir con un certero derechazo al segundo palo. El lateral mirasol reclamó falta pero el árbitro acertó al apreciar que el quite fue lícito.

Luego insinuó el equipo aurinegro y tuvo más la bola, pero sin crear situaciones claras. Con Pacheco, Jorge Rodríguez y Aguiar imprecisos, le costó la generación al elenco de Bengoechea, que sólo inquietó en el primer tiempo mediante alguna corrida de Urretaviscaya y poco más.

Urretaviscaya no pudo brillar como en otros partidos. Fue poco acompañado y bien neutralizado.

Para el complemento el entrenador mirasol asumió riesgos y mandó a su equipo al frente. Al ingreso de Facundo Rodríguez por Sandoval se sumó el de Leyes por Rodales, por lo que quedaron tres hombres en el fondo, Urretaviscaya y Facundo Rodríguez bien abiertos y dos arietes.

Si ya estaba arrinconando Peñarol a Sud América, pese a llegarle poco, más atrás se metió el equipo buzón a partir de los 62’ por la expulsión de Luna, quien se ganó una tonta segunda amonestación al no dejar ejecutar a Pacheco un tiro libre en la mitad de la cancha.

Bengoechea puso a Hernán Novick por Gianni Rodríguez, pero su equipo siguió buscando casi exclusivamente por arriba. A falta de espacios para entrar tocando por el medio, la apuesta fue levantar centros desde los costados, pero los zagueros Pereiro y Edgar Martínez rechazaron todo.

Peñarol no repitió la dinámica ni la movilidad de pelota de otros partidos y por su apuesta ofensiva dejó espacios para el contragolpe de la IASA, que esporádicamente pudo salir de su campo gracias a los piques de Maureen Franco y su oficio para aguantar la pelota.

Los carboneros malograron alguna oportunidad recién en el tramo final, pero pocas veces exigieron con real peligro a Irazún. Los errores de definición fueron una constante, así como los despejes de los defensores de Sud América, que redondearon una gran tarde.

Pese a que hizo muy poco en la faceta ofensiva, el equipo de Vivaldo soportó sin problemas los embates de su rival y con eso y el gol de Luna le alcanzó para dar el segundo batacazo del Clausura, exactamente un mes después de haber derrotado a Nacional en el Parque Central.

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