River Plate se llevó una importante victoria de su visita a Jardines del Hipódromo para seguir peleando en la Tabla Anual por meterse en la Copa Sudamericana, lucha de la que ya se despidió un desdibujado equipo de Danubio, último del Clausura con apenas cinco puntos.

El 3-0 resultó exagerado para lo que fue el trámite, más teniendo en cuenta que en la primera mitad hubo más chances de gol para los locales. No obstante, la efectividad estuvo del lado visitante.

Un cabezazo de Viana que detuvo notablemente Nicola Pérez a los 6’, otro golpe de cabeza de Juan Manuel Olivera cercano a los 35’ y una definición exquisita del propio Olivera que dio en el travesaño a los 39’ tras pinchar el esférico sobre Pérez fueron los avisos franjeados.

River, que fue superior en la primera media hora, acarició el 0-1 a los 12’ mediante una vuelta acción individual de Schiappacasse que reventó el horizontal y lo concretó ocho minutos después gracias a un espectacular remate a distancia de Ángel Rodríguez, figura del cotejo.

Poco más hizo el elenco de Juan Ramón Carrasco en esa primera mitad, y en la segunda fue más efectivo que vistoso. Lejos del tiqui-tiqui y del funcionamiento que mostró ante Peñarol, fue eficaz cuando debió serlo, aguantó la ventaja y aprovechó la superioridad numérica.

A los 57’ fue expulsado Cristian González en el conjunto local y siete minutos después Michael Santos capitalizó un penal sobre Giovanni González picando el balón. De allí en más generó muchas jugadas de peligro Danubio, dejando espacios para los contragolpes de River Plate.

En una de esas jugadas, ya en tiempo adicional, una falta sobre Vicente que pareció fuera del área pero que el árbitro Jonathan Fuentes marcó adentro le posibilitó a Santos sellar con otro penal el 0-3.

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