El arranque del encuentro mostró un Rampla Juniors que intentó ser protagonista, presionando y teniendo la pelota. Aunque tenía un gran problema: no llegaba al área y cuando lo hizo definió mal.
A los 29' se dio la mejor llegada del Picapiedra. Tras una buena jugada de Carlos Núñez, le quedó la pelota Juan Albín, quien definió mal.
Pero como dice el refrán: goles errados son goles en contra. A todo esto, a los 32' apareció Nicolás Royón para poner el 1-0. Rampla trató de seguir imponiendo condiciones, pero no lo logró con la misma facilidad.
Terminó la primera parte donde Rampla Juniors se llevó poco, mientras que los locales fueron certeros y ese fue el gran argumento para que se fueran ganando al descanso.
En el complemento se mantuvo la misma tónica. Rampla mantuvo su búsqueda, mientras que el local se refugiaba y trataba de salir rápido para aprovechar los espacios.
El Picapiedra tuvo su recompensa. En una jugada que la arrancó Gustavo Machado le dejó la pelota para que Rodrigo Piñeiro marcara el 1-1. Por lo que se había mostrado el resultado era más justo.
Sin embargo, hubo tiempo para que apareciera el máximo goleador de la historia de Racing. A los 82' Liber Quiñones marcó el 2-1. Rampla trató de buscar el empate, pero en esa vorágine el que sacó provecho fue el local, ya que Matías Mirabaje puso el 3-1 final.
De esta manera, Racing consiguió tres puntos vitales en su lucha por quedarse en primera contra un rival directo. Por el lado del Picapiedra se complicó aún más su empresa por mantenerse en primera división.