Nacional ganó un partido de esos que son importantes para un equipo que quiere ganar cosas importantes; los tricolores fueron menos que su rival en los 90’ en referencia al juego y a las situaciones de gol, pero logró pegar en los momentos justos y aprovechar los errores defensivos de Racing, y por eso logró la victoria.
El minuto de aplausos en reconocimiento al escritor Eduardo Galeano demoró más que el primer gol en el partido. A los 40’’ Diego Polenta envió un pelotazo largo para Carlos De Pena, que como un rayo, y un gran centro, le puso el balón en la cabeza a Leandro Barcia, que sólo la empujo sobre la línea del arco.
Todo lo que Santiago Ostolaza había planificado, se suponía, se iba a ir por la borda. Pero la actitud que mostró Racing en los minutos posteriores al tanto tricolor fue admirable. Gustavo Múnua, después de una gran jugada de Juan Pablo Rodríguez o Carlos Valdés después de una arremetida de Diego Zabala, salvaron a los albos de recibir su propia medicina y del rápido empate.
Con Zabala y Rodríguez como abanderados, la Escuelita de Sayago complicó a los tricolores en los minutos posteriores al gol. Alfonso Espino no pudo con el número 18 racinguista cuando este encaraba con diagonales hacia el arco, y eso dificultó a la defensa alba.
Podemos encontrar la diferencia en el resultado en las fallas defensivas que tuvo Racing en el encuentro: es que en ataque, aunque no podían poner la pelota en las redes, el peligro era existente, pero el equipo del Vasco no pudo hacer lo mismo en defensa.
Nacional llegó en dos ocasiones en los primeros 20’ y ya ganaba con esa diferencia. A los 14’ Gastón Pereiro apareció por primera vez en el trámite del juego y envió un centro al área; el zaguero izquierdo y el lateral de ese costado fueron con De Pena al choque, y se olvidaron de Iván Alonso que ingresó por atrás. Ante la salida de Nicolás Gentilio marcó el 2-0.
Después del tanto de Alonso el partido se estancó, y fueron algunas pinceladas de Zabala y Rodríguez lo que le dieron emoción el juego. A los 33’ Juan Pablo Rodríguez mandó un centro cruzado desde la izquierda de su ataque, y Mauricio Affonso, el único delantero que tenía en cancha Ostolaza, de cabeza colocó la pelota abajo contra el palo. Imposible para Munúa que se tiró pero no llegó.
Los laterales de Nacional la pasaron mal durante todo el primer tiempo: Rodríguez por la izquierda y Zabala por la derecha, hicieron estragos en la defensa tricolor. Tanto es que el resultado con el que terminó el primer tiempo estuvo lejos, muy lejos, de lo acontecido en los primeros 45’.
En el primer tiempo Nacional había tenido tres oportunidades de gol: las dos del gol y un remate de Pereiro que tapó el arquero. En los segundos 45’ la situación no cambió, pero el número 10 de la selección uruguaya esta vez venció a Gentilio. Recibió, encaró, eludió y remató fuerte y dejó sin chance al arquero de la Escuelita en 13’ del segundo: 3-1.
Cuando todo hacía pensar, porque Racing se estancaba y porque Nacional estiraba la ventaja, de que el partido estaba liquidado, se juntaron los mejores jugadores del equipo de Sayago: Rodríguez y Zabala.
El primero, de tiro libre, envió un centro que la defensa no pudo desviar y que le quedó al segundo, quien de volea y cruzado venció a Munúa, que otra vez no pudo igualar sus condiciones ante el ataque racinguista. 3-2 y Racing se metía de nuevo en el partido.
A los 29’ se dio la polémica del juego: en un centro irrelevante al área tricolor, Diego Polenta bajó la pelota con la mano, y el árbitro Daniel Fedorzuck ni siquiera hizo caso a las enormes protestas de los jugadores de Racing.
Seis minutos después Diego Arismendi aprovechó un error en la defensa de Racing después de un córner. Vino el centro, y ni el arquero ni la defensa pudieron quitar el balón del área, el Mama apareció y metió la redonda en el arco y liquidó el juego.