El equipo local salió a la cancha con la intención de imponer condiciones desde el inicio, buscando presionar alto ante una visita que respondía adelantándose y plantándose en campo de juego rival. Los primeros minutos eran de escasa generación ya que a ambos les costaba adaptarse al estado del césped, que se vio perjudicado por la tormenta previa.
Por momentos, los aurinegros proponían un juego vertical con el objetivo de apoyarse en sus dos centrodelanteros, Felipe Avenatti y Facundo Batista, pero carecía de precisión en el último tercio del campo de juego. Los más ofensivos del Cervecero, Dylan Nandín y Agustín Alaniz (que vio la amarilla 15'), jugaban cómodos con los espacios que dejaba el locatario en el fondo.