El partido comenzó con Peñarol intentando tomar las riendas del juego y con ello buscar el arco rival, teniendo sus primeras aproximaciones con remates a distancias del volante De Los Santos, pero aún sin precisión.
Pero la defensa visitante no se mostraba nada segura y la "Escuelita" aprovechaba cada error que forzaba para buscar la apertura la cual llegó a los 8'. Una pelota larga de Zazpe que sobrepasó a Enzo Martínez, la recibió Nicolás Sosa en el área que no perdonó a Dawson de zurda para el 1-0 parcial.
Un golpe duro para los mirasoles que incluso pudieron sufrir una nueva caída minutos después cuando en otra falla defensiva Royón desaprovechó una linda chance de ampliar.
Los de Diego López no se encontraban en cancha y la pasaban muy mal, sin ideas para generar, con Gastón Rodríguez absolutamente entreverado, Viatri que no pesaba y Canobbio sin desequilibrar.
Lo peor del equipo era el desempeño de la última línea, donde hizo agua por todos lados y el resultado a esa altura no era peor porque Racing no supo aprovechar sus chances, como un disparo al palo de Nicolini que hizo estremecer a los hinchas albiverdes.
Cuando los carboneros casi no pisaban el área encontraron el premio grande, luego que Brasesco se resbalara y Viatri robara el balón, tomándolo Germán Ferreyra de la camiseta en el área y pitando el árbitro el claro penal con la expulsión del jugador de los de Sayago. El propio argentino fue el encargado de la definición y ajustició a Irazún para el 1-1 a los 29'.
De allí en más el partido comenzó a cambiar porque los visitantes recobraron confianza, sabedores de tener un hombre más en cancha e impulsados por el logro anímico de un partido netamente cuesta arriba.
Un centro de Busquets y un cabezazo de Trindade obligaron al golero cervecero a sacar la pelota en gran acción defensiva, en un claro indicio que el trámite era otro.
El pitazo de Ferreyra finiquitó el primer tiempo con una igualdad que fue un gran premio para los aurinegros, que en el segundo y con superioridad númerica tenían claro la responsabilidad que tenían en el juego.
A pura emoción
El complemento se inicio con el ingreso del "Cebolla"Rodríguez en Peñarol para buscar mayor claridad ofensiva y la llegada de un rápido gol que remontó el partido.
Después de un par de intentonas de quien ofició de local en Las Piedras, Matías de los Santos a los 51' concretó el tanto que pareció encaminar el cotejo. Un balón que recibió tras un córner, terminó en un gran remate que infló las redes y puso el 2-1 parcial.
Pero poco pudieron festejar los carboneros ya que la defensa seguía teniendo problemas en la marca y lo volvió a pagar en un nuevo córner que Nicolás Sosa cabeceó anticipando a todos para volver a dejar el trámite en tablas.
Eso obligó nievamente a los mirasoles a tener que arriesgar, colocando a Pellistri en cancha y con más ganas que ideas trató de acercarse al arco de Irazún. Eso dejaba espacios a su rival que con diez era inteligente, cerraba espacios aguardando una contra que sirviera para volver a festejar.
El juego se trasladó definitivamente a la mitad del campo racinguista y eso llevó a López a poner a Xisco por Gargano en la última carta anotadora que tiró a la cancha.
Pero fue allí que llegó un gol que pareció ser un baldazo de agua fría definitivo, cuando llegó la ansiada contra de los de Sayago, líderada por Nicolás Sosa y definida por el centro por Michel Araujo para el 3-2 a los 73'.
Un tanto que pareció ser el golpe de nocaút, de no mediar un tremendo disparo de media distancia de Matías De Los Santos dos minutos más tarde, que Irazún con una floja acción defensiva no pudo restar para el 3-3 que volvió a dar vida a los manyas.
Un poco de tranquilidad para salir a buscar, principalmente por la banda donde jugaba Pellistri que con velocidad desequilibraba y de sus pies salió lo más claro de un final, donde el reloj avanzaba y la desesperación tambien.
Los de Favaro con uno menos y con Michel Araujo incontenible, tuvieron también alguna ocasion para volver a desnivelar con un disparo de Anyelo Rodríguez que tapó Dawson.
El pitazo de Ferreyra selló el 3-3 final, otro golpe duro a Peñarol que dejó dos puntos jugando gran parte del partido con un hombre de más, mostrando tremendas falencias en defensa, ante un rival compacto, que peleó e hizo negocio.