El partido comenzó con los mirasoles dispuestos a buscar el arco contrario desde el arranque y en tres ocasiones generó jugadas claras con balones al área, que fueron controlados tras una buena actuación del golero visitante.
Tres cabezazos, el primero de Agustín Canobbio desviado, que sumados a los conectados por Fabricio Formiliano y Enzo Martínez, obligaron a tapadas de Ignacio De Arruabarrena para mantener la paridad.
Los bohemios cuando podían avanzaban en forma combinada e incluso mostraron con un remate de Castro que tapó Dawson que cualquier descuido podía ser fatal para el local.
Los de Diego López generaban mucho por las bandas donde Rojas lograba desnivelar, pero seguía fallando a la hora del puntillazo final como por ejemplo en una clara que tuvo Gastón Rodríguez.
Un disparo de Riolfo a distancia fue la respuesta del bohemio que se defendía y trataba de contestar cada vez que podía.
El primer tiempo se dio con el resultado cerrado en cero y 45' más para Peñarol para tratar de volver a encontrar el camino de la victoria.
Cabeza de gol
En el complemento Wanderers creció y comenzó a encontrar brechas en el sistema defensivo aurinegro, obligado a una gran tapada de Dawson que avisaba que los vientos habían variado.
Diego Riolfo con una buena corrida que terminó en una habilitación sin precisión y luego con una contra rápida que finalizó en un remate de Albarracín a las manos del golero, encendieron las alarmas del local, que hizo levantar a su público para alentar viendo lo complejo del trámite.
Eso hizo que el equipo tomara otro impulso en cancha y sin muchas ideas pero plenos de ganas salió a buscar el ansiado gol de la apertura, el cual llegó a los 63'.
Un córner desde la izquierda muy bien ejecutado encontró a Lucas Viatri ganando con claridad en el área y sacando un tremendo cabezazo que infló las redes y puso el 1-0 parcial.
Esto obligó a los bohemios a salir a buscar, algo que comenzaron a aprovechar los ingresados Dávila y Pellistri, este último que incluso tuvo un mano a mano que tapó a medias De Arruabarrena y se fue pegado al palo.
En los minutos finales lo de Arias eran un aluvión sobre el arco de Dawson y por tres veces tuvo la igualdad, con remates de Araújo y Riolfo por dos, pero nada cambió hasta el pitazo de Leodán González.
Triunfo de Peñarol, necesario para respirar, mostrando una mejoría en su fútbol, pero sin sobrarle nada ante un rival que lo complicó. Tres puntos para buscar mejores sensaciones en el Clausura.