Peñarol hizo negocio con el 1-1 clásico, y más por cómo se dio el trámite. El líder del Clausura mantuvo su condición, aunque ahora con dos equipos a un punto, y fundamentalmente le impidió a Nacional meterse en la pelea, ya que lo dejó a cuatro puntos con nueve por jugar.
Si bien la previa marcaba que al equipo de Bengoechea le servía el empate y al de Álvaro Gutiérrez sólo la victoria, esa conclusión no se vio reflejada en los planteos iniciales. El único que pensó en el arco rival en la primera media hora fue el elenco carbonero, que generó poco pero remató más al arco y se posicionó más frecuentemente en campo rival.
Los albos, con un aparente 4-3-3 que fue más 4-4-2 por el repliegue de Carlos De Pena a la línea de volantes por su carril izquierdo, no mostraron ni siquiera intención de inquietar a Migliore en los primeros 30 minutos y extrañaron a Gastón Pereiro.
Nacional se arrimó con alguna incursión de De Pena por su carril y sorprendió con un buen disparo de Gorga subiendo por derecha que obligó a Migliore a hacer la mejor atajada de la primera parte. Por ese lado llegó a pisar el área poco antes del descanso, y en una trepada de Romero mal resuelta por Barcia casi convierte de carambola.
Peñarol tampoco fue un ballet en la media hora inicial, ya que apenas se arrimó con una gran corrida de Urretaviscaya por izquierda que terminó en un remate muy débil a las manos de Bava. Por ese sector el Rayo complicó a velocidad a Gorga después de que Bengoechea mandar al Japo Rodríguez a la derecha, pero le costó concretar.
Hubo además un par de tiros libres de Pacheco y Jorge Rodríguez que el arquero tricolor detuvo sin problemas. Los aurinegros se arrimaron de pelota quieta porque jugaron cerca del área rival, pero no llegaron a tener una sola jugada de esas claras en las que el “uhhhh” baja de las tribunas.
El segundo tiempo arrancó con los técnicos moviendo sus fichas y los arqueros viendo el partido desde cada vez más lejos. Leyes sustituyó a Pacheco en Peñarol y Recoba a Fucile en Nacional, y minutos más tarde Zalayeta reclamó, con razón, un claro penal del colombiano Valdés.
Poco después de esa incidencia, y de otra en la que el ariete aurinegro simuló en el área ante la marca de Gorga, llegó el golazo de Alonso. El goleador tricolor le bajó un balón de cabeza a Romero, que aprovechó el despiste de Píriz, y al recibir la devolución del Colo en el área metió un zurdazo cruzado al ángulo a los 24’.
Ese golazo del máximo anotador del Campeonato Uruguayo obligó a los técnicos a mover fichas. A los 30’, en simultáneo, De los Santos entró por Barcia para pasar a defender con cinco en el fondo y del otro lado Píriz dejó su lugar a Hernán Novick, responsable de igualar el score a los 78’ con un perfecto tiro libre tras una falta mal pitada sobre Diogo.
Ese golazo también generó modificaciones, en una declaración de intenciones de los técnicos. Bengoechea volvió a proteger la retaguardia con la entrada de Viera por un ya desaparecido Urretaviscaya, y Gutiérrez puso a Sebastián Fernández por Gorga.
Luego Nacional fue al frente y Peñarol aguantó atrás, a diferencia de lo que había sido el inicio del partido. Alonso conectó un cabezazo en el caño y el equipo albo creció en cuanto a la generación, pero sin poder desnivelar en el tanteador. En la última Migliore salvó un mano a mano con De Pena y selló el 1-1.
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