Nacional salió a la cancha sabiendo que con un triunfo se subía a lo más alto de la Anual y Clausura, con la responsabilidad de ser protagonista y teniendo claro que a su frente estaba un equipo descendido.
Y que mejor que un gol a los 2' para quitarse cualquier nervio que pudiera sobrevenir como sucedió en el Centenario. Un córner desde la izquierda que cayó al centro del área encontró a Matías Viña ganando por arriba con mucha facilidad para colocar tremendo cabezazo que infló las redes.
Un tanto clave, que daba otra prestancia para manejar el juego y que pudo duplicarse más tarde con una definición de Bergessio que no tuvo precisión.
Un disparo de Albín avisó que Rampla no se iba a dar por vencido tan fácil y es más, a los 16', una gran contra liderada por el ex tricolor terminó en un pase a Rodrigo Piñeiro que definió con tranquilidad para el 1-1 en el cotejo.
Un golpe que ni siquiera llegó a hacer mella en los dirigidos por Álvaro Gutiérrez que así como habían abierto el trámite volverían a adelantarse. Un balón parado, ahora desde la derecha y Bergessio increiblemente solo cabeceó a placer para poner el 2-1.
De allí en más el juego bajó en intensidad, los albos comenzaron a controlar mucho mejor en zona de volantes, la última línea se asentó y los picapiedras casi no podían generar molestias.
Sobre los 35' un buen pase a Barrientos apostando a la velocidad a Zunino terminó en un disparo que se fue cerca, en plena búsqueda del tercero que comenzara a encaminar definitivamente las acciones.
Y fue el propio argentino el que asistió a Viña que quedó liberado en el área, pero su disparo se fue ancho, en la última acción de peligro de esa primera etapa.
De locos
En el complemento el inicio fue otro, con Rampla intentando con más ganas que ideas y Nacional esperando su chance de liquidar el cotejo, lo cual pudo suceder con un nuevo remate de Bergessio que se fue alto.
Los minutos fueron pasando y Gutiérrez apostó al ingreso de Vecino por bergessio en un trámite que tenía bajó control pero con una diferencia corta, que no le dejaba tranquilo.
Pero el partido entró en una locura inésperada para todos, primero con el empate de conseguido por los rojiverdes tras una estupenda jugada de Albín que tapó Mejía pero Saavedra mandó a guardar en el rebote a los 67'.
Lo increíble fue que al igual que en la primera etapa, al minuto los albos lo empataron, con un balón larguisimo al área que cabeceó Santiago Rodríguez para vencer a Samurio para el 3-2.
Un gol que debió ser tranquilizador de no mediar que a los 68' apareció Santiago Gaspari con un remate de media distancia que rebotó en Laborda volvió a colocar el juego en tablas 3-3.
Eso hizo que Nacional se fuera con todo al ataque y fue un aluvión, mostrando las fragilidades defensivas de un rival que hacía lo que podía por mantener el resultado.
Un centro de Viña al palo que Zunino después no pudo rematar avisó la cercanía del cuarto, que llegó a los 79' de la mano deun histórico, Sebastián Fernández.
Una nueva desatención en un córner encontró a Papelito solo en el primer palo que cuando llegó el balón definió de tacó al segundo palo, el esférico dio en el parante y se metió para la locura total de los hinchas en la cancha.
Hasta el final Nacional se dedicó a que no hubiera más cambios en el resultado y si bien se dio alguna jugada para su rival, pudieron llegar sin cambios hasta el pitazo de Ostojich que selló el 4-3.
Un tremendo triunfo en un estupendo partido en el Centenario y tres puntos que lo dejan primero del Clausura y la Anual a falta de una fecha del final.