El partido comenzó con Nacional teniendo unos buenos primeros quince minutos de juego, haciéndose del balón, abriendo la cancha e intentando llegar por los laterales, aprovechando la distribución que posibilitó Ligüera, titular para la ocasión.
Un remate de media distancia de Sebastián Rodríguez y alguna corrida de Tabaré Viudez fueron las primeras aproximaciones locales, que se mostró poco incisivo en ese arranque.
Sobre los 20', Plaza Colonia había logrado adelantarse en algo en la cancha y tuvo dos ocasiones claras. La primera un corner donde la pelota rebotó en el brazo de Diego Polenta, abierto y en busca del esférico que Yimmy Álvarez increíblemente no cobró.
Luego vino un tiro libre de Federico Ramos que se fue algo desviado, pero que mostraba a los del interior del país mucho mejor parados.
Pero la apertura llegaría para los tricolores a los 28', cuando Viudez, una vez más, factor clave en este Clausura para los albos, metió un centro medido a la cabeza de Agustín Rogel que lanzado en ataque y de cabeza puso el 1-0 parcial.
De allí al cierre hubo poca cosa más, con algún remate de Espino que se fue muy lejos y la falta de peso ofensivo de un rival al que le llegaron una vez y le convirtieron.
No pasó nada
El complemento comenzó con la misma tónica del primero a pesar de que los entrenadores buscaron variantes para generar mucho más ofensivamente: poca presencia en las áreas y menos jugadas de peligro.
Plaza mostraba las carencias de gol propias de un equipo que está peleando por mantener la categoría, pero a su frente, Nacional, tampoco parecía hilvanar ideas, con Ligüera contenido, Aguirre sin marcar la diferencia y sólo generando algún suspiro cuando la pelota la tenía Viudez.
Un nuevo remate de Sebastián Rodríguez a los 76' obligó a Washington Aguerre a volar para tapar la chance del segundo, en un trámite que seguía su curso y la diferencia entre ambos era exigua.
Plaza, que prácticamente no pisó el área de Conde, esperaba esa chance que le diera la oportunidad de robar un punto, mientras que Lasarte y compañía se desesperaban para darle un cierre definitivo al encuentro.
Un disparo de Baltasar Silva que se fue desviado fue la última jugada de cierta relevancia en el juego, que se cerró con el pitazo de Álvarez, sellando el triunfo local por 1-0, sin jugar nada bien y aprovechando una de las pocas chances de riesgo con las que contó.