El duelo entre Nacional y Cerro tuvo varias particularidades que afectaron la presencia del público en las tribunas por la décima fecha del Clausura.

Una sanción que recayó sobre los tricolores tras los incidentes que se dieron en el clásico de la sexta fecha determinó que no puedan jugar de local en el Gran Parque Central por dos partidos y que además los mismos sean sin la presencia de sus hinchas.

Esto hizo que el duelo se trasladará hacia el Estadio Centenario, donde si podía estar presente la afición albiceleste, algo que se vio afectado luego que los albos dieran a conocer los precios fijados para las entradas.

Los mismos fueron de $2000 para las generales y $1000 para los socios del club villero, algo que el presidente de Cerro, Alfredo Jaureguiverry, definió como: “Una actitud revanchista y desmedida”.

De esta forma, antes del comienzo del duelo, se informó que se habían vendido unas 42 entradas para la tribuna Ámsterdam, un número que no creció mucho más.

Eso hizo que el duelo tuviera características de aquellos que se jugaban a puertas cerradas en épocas del COVID-19, donde se escuchaban con claridad los gritos de jugadores y cuerpos técnicos, así como algún tranque fuerte de pelota.