Liverpool se llevó una merecida victoria en Belvedere para profundizar la crisis de su rival y recuperarse de un arranque flojo. El local trepó al cuarto lugar de la Tabla Anual y se ubicó en zona de Copa Libertadores, mientras que los aurinegros quedaron terceros en la misma tabla dos puntos debajo de Cerro Largo y a seis de Nacional, que además le sacó cinco en el Clausura al igual que Plaza Colonia.
El equipo de Diego López jugó un flojísimo primer tiempo, en el que apenas generó una situación de gol casi de casualidad; Gabriel Rojas tiró un centro desde tres cuartos de cancha por izquierda, fallaron los defensas negriazules y el español Xisco conectó un zurdazo que atrapó sin problemas Oscar Ustari. Después de esa jugada, que fue a los 10’, no volvió a inquietar en toda la primera mitad.
Liverpool, que tuvo más la pelota y complicó con sus rápidas transiciones, tuvo la iniciativa y la pelota casi siempre. Ya a los 4’ avisó de pelota quieta, cuando Enzo Martínez despejó en la línea un toque de Gonzalo Maulella que buscaba a Juan Ignacio Ramírez. Otra vez el Colo estuvo cerca a los 18’, cuando cabeceó un centro de Jean Pierre Rosso desde la derecha y forzó una notable atajada de Kevin Dawson.
Luego fue el turno de Diego Guastavino, que dos veces estuvo cerca de abrir la cuenta. A los 33’ recibió un pase profundo de Federico Martínez y quedó mano a mano con Dawson, pero quiso definir de lujo por arriba y le erró al arco. Siete minutos después, el propio Guastavino ejecutó un tiro libre con mucha potencia desde lejos y el balón se estrelló en el horizontal.
El arranque de la segunda mitad mostró más de lo mismo, aunque ya sin tanta profundidad el equipo de Paulo Pezzolano. Guastavino y Nicolás Acevedo avisaron con un par de remates de media distancia que se fueron alto, y Peñarol empezó a lucir algo más firme atrás con la entrada de Ezequiel Busquets por Fabián Estoyanoff, movimiento que llevó a Jesús Trindade al mediocampo.
El Memo López apostó al ingreso de Lucas Viatri por Cristian Rodríguez, que volvió a estar lejos de su nivel de antes, y en la primera intervención del argentino generó una pared con Facundo Pellistri. El juvenil extremo mirasol complicó a velocidad y fue el único que llevó riesgo sobre el arco local, más allá de que no estuvo certero a la hora de finalizar. Después entró Agustín Dávila por Xisco, sin poder entrar en juego.
Liverpool quiso el triunfo, lo mereció y lo logró recién a los 87’ mediante un cabezazo de Franco Romero tras un tiro libre ejecutado en forma de centro por Bryan Olivera. Peñarol, que sólo estuvo cerca con un cabezazo de Viatri apenas ancho a los 85’, casi no lo intentó y se llevó una derrota que se justifica por lo escaso que mostró en Belvedere.