El partido tuvo de arranque a dos conjuntos que trataron de apostar al juego asociado para avanzar en la cancha, siempre con la intención de no desordenarse y ser seguros para repeler las intenciones del rival.

Si bien los violetas tenían mayor posesión del balón, los de Espinel eran más verticales y Carlos Núñez aparecía como una amenaza a la que prestarle atención.

Los minutos pasaban y ninguno era claro para pisar las áreas, ya que cada vez que se acercaban, las defensas controlaban apagando cualquier posibilidad que se pudiera generar. Alguna corrida de Delis Vargas o de Facundo Milán ilusionaban a los hinchas que a esa altura se aburrían en las tribunas.

La más clara llegó sobre el cierre de esa primera etapa cuando Rodrigo Piñeiro encaró desde la izquierda hacia adentro y sacó un remate que se estrelló en el palo de Sebastián Fuentes, que zafaron de sufrir la apertura en el tanteador.

Eso motivo a la visita que con un cabezazo de Servetti primero y luego con un disparo de Carlos Núñez, estuvieron cerca de lograr su objetivo de adelantarse antes de que se cerrara esa primera etapa.

Pero en la adición llegó lo mejor de los dirigidos por Ignacio Risso, con un intento de Pablo López que sacó Odriozola al córner. Allí Mauricio Gómez la jugó por abajo, el Tata González pifió a la hora de patear, pero Gastón Álvarez si logró hacerlo con un nivel de potencia y precisión que se transformó en el 1-0 con que se fueron al descanso.

Lo bancó

En el complemento Rampla comenzó mejor y tuvo en esos primeros minutos dos acciones en la que se acercaron al arco de los de Parque Rodo con definiciones de Servetti y Gaspari, pero ambas sin la puntería necesaria para empatar las acciones.

El local apostó a los cambios y el ingreso de Luciano Boggio fue fundamental, siendo factor de las mejores llegadas de su equipo, con un remate que tapó Odriozola primero y luego con un cabezazo al palo que ahogó el grito de los hinchas. 

Los violetas controlaban las acciones ante un contrincante que, necesitado de puntos, no encontraba fútbol para adelantar líneas y eso lo pagaba con un resultado en contra.

Un disparo de Napoli volvió a estremecer el parante visitante, negandole una vez más un gol que podría haber bajar el telón del trámite, teniendo los picapiedras la posibilidad de luchar hasta el final.

La última del partido fue para los de Espinel, con un cabezazo de Piñeiro que tapó en gran acción Fuentes, para sellar el 1-0 con que se fue el cotejo, segundo triunfo al hilo de los violetas que se prenden en la pelea del Clausura.