El partido comenzó con Cerro bien plantado en cancha, marcando en forma correcta y tratando de ofender a un Danubio cuando podía, ante una visita que dependía demasiado de alguna inspiración de sus jugadores más habilidosos.
Los dos primeros avisos llegaron con acciones muy rápidas, la primera tras un pase largo que recibió Maureen Franco que encaró y quedó soló ante Cristóforo, pero la pelota la quedó ancha para la definición.
Luego, un cabezazo de un jugador albiceleste que no encontró precisión, volvió a mostrar alguna falencia en la última zona de los de Larriera, que con el correr de los minutos se fueron afianzando.
Un disparo de Siles y otro de Mederos fue lo mejor de los del Hipódromo, que si bien tenían más la pelota carecían de ideas para llegar al arco rival.
Dos cambios por lesión en los albicelestes obligaron al Tola Antúnez a gastar dos cartuchos en ese primer tiempo saliendo Martín González y Felipe Klein por Emiliano Díaz y Richard Núñez respectivamente.
Poco pasó hasta el cierre de esos 45' de acción, con los jugadores en el debe con los espectadores y un empate que se ajustó a lo visto en cancha.
En la adición
En el complemento el trámite no cambio demasiado, la lucha era en zona de volantes y las áreas eran sectores pocos transitados por los equipos.
Algún chizpaso de Carlos Grossmüller avivó la ilusion de los franjeados de generar algo diferente, mientras que los cerrenses dependían demasidado de Franco en ofensiva, controlado por los zagueros.
El ingreso de Briam Acosta dotó de algo de velocidad a la visita, pero los dos carecían de juego colectivo y el empate ganaba terreno en forma merecida en el Viera.
La expulsión de Juan Manuel Gutiérrez y un remate de Maximiliano Rodríguez que contuvo Formento, parecieron bajar el telón de un partido que no daba señales de quebrar la paridad.
Pero el que no creyó en esta premisa fue Briam Acosta, que en la última jugada del partido, en la adición, apareció en el área para aprovechar un córner a favor para mandarla a guardar y darle la victoria al equipo de Larriera.
Festejado triunfo de Danubio en el Prado que cortaron una racha de nueve partidos sin ganar y se llevaron tres puntos muy importantes, principalmente desde el aspecto anímico.