Como era de esperarse, Danubio salió decidido a atacar a un conjunto que no mostró seguridad en defensa en los primeros instantes del partido. Los de Leonardo Ramos se pararon mejor en la cancha y distribuyeron mucho mejor la pelota desde el inicio del juego.
La primera situación clara fue a los 13’, cuando Balboa tomó una pelota que quedó boyando en el borde del área grande, remató y la pelota se fue pegada contra el palo. Más allá de que el tiro no llevó ni puntería ni fuerza, fue el primer aviso de un equipo que en ese momento se venía.
Los franjeados eran más en el partido pero no lograban convertir, eso le fue dando confianza al equipo del norte del país, que a los 25’ tuvieron su primera oportunidad. Sebastián Assis tiró desde afuera del área a colocar, y Franco Torgnacioli sacó la pelota al córner cuando esta se metía en el ángulo superior derecho.
El encuentro, después de los 30’, se estancó en la mitad de la cancha y la diferencia de juego radicaba en la voluntad de los hombres de Ramos para jugar. Cuando los franjeados Formiliano e Ignacio González intentaban avanzar por las bandas, el ritmo de juego era mucho más vertiginoso y se veía lo mejor del duelo.
La segunda mitad comenzó como no era de esperarse. Danubio aflojó en su intensidad, y Tacuarembó poco podía hacer. El encuentro se estancó, y fue el propio equipo del rojo quien lo sacó con una buena contra, que terminó en un remate que se fue bien pegada contra el palo, cuando ya había pasado la guarda del arquero danubiano. Tras esta jugada, los franjeados parecieron haber despertado y tuvieron un par de situaciones de gol que casi desencadenan en el primer tanto del juego, pero la ineficacia de los delanteros y la defensa visitante, que mejoró mucho su nivel, hicieron que el tanto no llegara. El encuentro, al contrario de lo mostrado en los primeros instantes de juego, fue muy parejo y ambos equipos se repartieron las situaciones de juego del partido. Aun así, las más claras estuvieron en los pies de los visitantes. Tanto fue que a los 35’ del segundo tiempo Tacuarembó hizo lo que había que hacer: meter el balón en el arco. Un centro y Nicolás Fagúndez, solo en el punto penal, fulminó al arquero y colocó el gol en marcador. Tacuarembó le ahogó la fiesta en Jardines del Hipódromo a Danubio, quien ahora debe esperar que Peñarol no gane, porque si lo hace lo pasará y abandonará la primera posición del Clausura. Mientras que los rojos sumaron tres puntos que mantienen prendida la llama de la permanencia. Montevideo Portal