El partido comenzó con claro dominio de Cerro que tuvo varias aproximaciones sobre el arco picapiedra. En esos primeros 20 minutos de juego, el golero de Rampla fue la figura del partido.
Fue Odriozola quien salvó en esas ocasiones el arco del equipo local, con muy buenas atajadas, en particular una espectacular a Mauren Franco en un mano a mano donde voló hacia su derecha para impedir el gol.
A los 20 minutos de juego, Rampla tuvo su primera aproximación con un centro al área que Eliomar entró para definir. Sin embargo, al no llegar con su cabeza el delantero estiró su mano izquierda y terminó convirtiendo el gol con la misma.
El árbitro Fuentes vio la incidencia y de inmediato anuló el gol y amonestó al futbolista picapiedra.
Apenas un minuto después, el gran goleador de Cerro, Mauren Franco, hizo de las suyas y consiguió el gol de la ventaja. Franco aprovechó un rebote y un mal despeje para quedar de cara al golero nuevamente y definir con toque rastrero que esta vez no pudo ser contenido.
En un primer tiempo con muchas incidencias de juego interesantes, a los 27 minutos el Mono Irrazabal salvó el arco villero cuando paró un cabezazo difícil que luego de picar se colaba contra un palo.
En el segundo tiempo, el juego se hizo menos atractivo y no hubo tantas incidencias de peligro, aunque la tensión y la emoción se mantuvieron hasta el final. Una bengala de humo arrojada a la cancha por hinchas de Cerro motivó que el juez tuviera que detener el encuentro por varios minutos, para pedir tranquilidad a los parciales del equipo albiceleste y dialogar con los encargados de la seguridad del evento.
Más allá de ese hecho aislado, no hubo durante el partido mayores incidentes y el juego pudo seguir con normalidad. Producto de los minutos adicionados por la detención, el partido se jugó hasta el minuto 100.
Pese a la insistencia y a las llegadas con muchos hombres al área rival, Rampla no pudo torcer la historia y el clásico se lo llevó el equipo visitante.