Cerro le ganó 2-1 a Tacuarembó en la hora y lo hundió aún más en sus pretensión de comenzar a salir de lo más bajo de la tabla del descenso.

El equipo albiceleste, también complicado en tal sentido, no mereció sufrir tanto para quedarse con el triunfo en su casa del Tróccolo, pero demoró en concretar su superioridad tanto que recién en la última jugada desniveló el marcador a su favor.

Los de Miguel Falero tuvieron la iniciativa desde un comienzo, frente a un Tacuarembó que se plantó con muy pocas aspiraciones. De la mano de Tancredi, Regueiro y las subidas de Ravecca, Cerro intentaba ubicar a Boghossian en el area, al que generalmente le llegaba la pelota sucia.

Las chances no fueron muchas pese al protagonismo del equipo local. Tancredi primero y Abisaab después exigieron buenas respuestas del arquero Jonathan Denis. El "Tacua" solo inquietó cerca de los 30' cuando la conexión Fagúndez-Aldo Díaz generó peligro sobre el arco cerrense.

Pero más allá de la realidad de los 45' iniciales, donde el Villero fue decididamente mejor, la historia se fue sin goles. En el segundo tiempo Tacuarembó salió con la misma idea, agazapado y esperando su chance. La misma llegó en un entrevero en el área y Octavio Siqueira puso el primero a los 57'.

Cerro no perdió el tiempo y salió con todo tratando de equilibrar el score, ya con un equipo del norte sumamente volcado atrás. El premio llegó pronto a través de Aníbal Hernández. Un disparo por bajo del volante se metió contra el palo opuesto del golero y significó el 1-1 a los 72'.

En el final del partido, cuando parecía estar sentenciado el empate, apareció Luis Urruti, anotando el gol de la agónica victoria para el equipo albiceleste. El 2-1 fue corto para lo expuesto por ambos, pero el resultado y la manera en que lo logra, termina dando a Cerro una satisfacción enorme. A puertas cerradas, peroa  corazón abierto.