El clásico entre Peñarol y Nacional que se disputó en el Campeón del Siglo y que se fue igualado sin goles, no solo tuvo polémicas y emociones, sino que también algunos datos estadísticos que no pasaron desapercibidos.
Uno de ellos tiene que ver con el tiempo efectivo en el cual se desarrolló la acción y que tuvo un dato que fue increíble llamando la atención de todos: el segundo tiempo.
Según marcan algunas aplicaciones analíticas y de estadísticas aplicadas al cotejo clásico, en la complementaria se jugaron un total de casi 52 minutos (tiempo corrido), pero de ellos solo 19 fueron de tiempo efectivo.
Discusiones, faltas constantes, intercambios, proyectiles que cayeron desde la tribuna, cambios y jugadores que demoraban en levantarse tras alguna infracción fueron haciendo que poco y nada se jugara.
“El partido se empezó a enredar con muchas pelotas largas, lo que nos complicó”, dijo Diego Aguirre sobre el complemento y mencionó: “Entramos en ese juego y no pudimos hacer lo que mejor hacemos, asociarnos y generar situaciones de gol”.
Recoba por su parte mencionó: “El equipo hizo lo que tenía que hacer; plantarse en un estadio que era totalmente rival, jugar de igual a igual y por momentos controlar el juego, sobre todo en el segundo tiempo. Aceptamos lo que nos toca y ahora hay que seguir adelante”.