El clásico en el Gran Parque Central estuvo detenido un par de minutos, poco antes del gol con el que Sebastián Coates abrió el tanteador para Nacional a los 22’, debido a una lluvia de proyectiles que cayó muy cerca del arquero visitante, Washington Aguerre.

Desde la cabecera Abdón Porte, donde se ubica la barra de Nacional, arrojaron piedras, rollos de papel cerrados, diversos elementos y hasta un mate. Ninguno llegó a impactar sobre el guardameta de Peñarol, quien advirtió la situación a Leodán González.

El juez detuvo el encuentro y llevó los proyectiles que cayeron en el área aurinegra. Luego se acercó Diego Polenta, capitán del elenco tricolor, para hablar con Aguerre y calmar los ánimos en la tribuna popular tricolor.