Gustavo Méndez, ex árbitro internacional que fue expulsado del arbitraje a mediados de 2006 y que siete años más tarde logró limpiar su imagen al ganarle a la Asociación Uruguaya de Fútbol un juicio por daño moral y perjuicios, se desempeña actualmente como panelista en el programa ‘Tirando Paredes’ de Radio 1010 AM, donde analiza los arbitrajes.
Este lunes hizo un análisis de la tarea de la cuarteta que lideró Leodán González junto a los asistentes Carlos Barreiro y Javier Irazoqui, Jonathan Fuentes como cuarto y Gustavo Tejera y Nicolás Tarán encargados del VAR. “Para la gente entendida, los peritos, fue un arbitraje aceptable. Cerrá y vamos”, expresó, y aseguró que el trabajo de los jueces fue “preocupante, decepcionante y confirmatorio” respecto al momento actual.
En un extenso análisis que duró 40 minutos, opinó que Pablo Ceppelini “estuvo bien expulsado”. “Lo que cuesta entender es que Leodán González no haya visto el pisotón estando tan cerca”, dijo, y también se refirió a la no expulsión de Alfonso Trezza, a la que consideró “un acierto del VAR”.
Consideró Méndez que el topetazo de Trezza sobre Kevin Dawson a los 7’ “era una amarilla muy clara”. “Previo a eso, a los 6’, que increíblemente fue la primera falta del partido, hubo un pisotón de Ignacio Ramírez sobre Arias. Fueron dos jugadas que el árbitro dejó pasar como una oportunidad de decir ‘hasta acá’. Eran dos tarjetas amarillas. La que no le sacó a Trezza terminó teniendo incidencia en una jugada posterior”, comentó.
Siguiendo con la no expulsión de Trezza por una falta sobre Ignacio Laquintana cuando se iba expreso al gol, explicó el ex árbitro internacional que “para la gente común puede ser un error, pero para el Colegio de Árbitros fue un acierto del VAR”, y él comparte esa última apreciación.
“Para que se dé la expulsión tienen que darse cuatro condicionantes. Control del balón; no existió. Dirección; no iba hacia el arco. Cantidad de rivales; venían dos de Nacional cerca. Cercanía; la más discutible de las cuatro. Es decepcionante que un árbitro internacional, pudiéndose haber cumplido sólo una de esas cuatro condicionantes, muestre una roja directa. Lo corrigió gracias al VAR”, explicó.
En relación al penal sancionado a favor de Peñarol por infracción de Christian Almeida sobre Laquintana, afirmó que “es claro y no hay duda”, y que “fue un acierto de Leodán González que revisó el VAR”.
“Previo al penal hubo una situación de Musto con el Colo Ramírez dentro del área de Peñarol. Musto percibió la presencia de un rival a su espalda e hizo un movimiento adicional hacia el físico del adversario. Por lo menos el VAR debió haber llamado al árbitro. Estaban dados todos los elementos para considerar esa situación como penal y amarilla. La reanudación fue muy rápida. O el VAR no entendió que la acción merecía una revisión porque la consideró una acción de juego, o no la vio”, indicó.
También opinó que hubo un doble penal sobre Juan Ignacio Ramírez en el segundo tiempo; primero de Ramón Arias y después de Juan Manuel Ramos. “Cachila lo mira y lo mide, y tira el brazo. No tengo dudas de que impacta y que termina siendo penal. Lo más llamativo es que ni el árbitro ni el VAR intervinieron. Si la de Musto era penal, esta, hasta por el movimiento adicional que hizo para ir en contra del adversario, era penal también. La pelota terminó en las manos de Dawson. Cuando el Colo Ramírez estaba en el piso, hubo una agresión. El juego no se detuvo y llegó un defensa (Juan Manuel Ramos) y le pegó un sopapo”, analizó.
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— Marcelo Danubio (@Zalayetista) February 28, 2022
Para Méndez, Gigliotti estuvo “bien amonestado” por su golpe sobre Ramón Arias “porque asumió un riesgo, pero no debió tener incidencia en la jugada de su expulsión porque la falta sobre Canobbio era roja directa, no para doble amonestación”.
Posteriormente cree que Joaquín Trasante debió ver la tarjeta roja por una agresión sobre Canobbio, a quien tomó del cuello e insultó a pocos metros del asistente Javier Irazoqui. Más tarde, marcó “un error no propio de un árbitro con categoría” que perjudicó a Peñarol en la aplicación de la ley de la ventaja tras una falta sobre Edgar Elizalde en el área aurinegra. El pitazo, que llegó con efecto retroactivo, cortó un contragolpe de dos futbolistas carboneros que se iban cara a cara con Sergio Rochet desde su propio campo.