“El problema más grande que tenía yo era quedar en la historia por haber ganado o haber perdido el primer clásico en el Campeón del Siglo”, fueron las primeras palabras públicas de Mario Saralegui tras ganarle a Nacional el pasado domingo. Este martes, en diálogo con el programa ‘Tirando Paredes’ de Radio 1010 AM, opinó que “Peñarol ganó porque jugó mejor”.
“Era un primer tiempo para 3-0 o 4-0. Ellos encontraron un gol en una jugada fortuita y con un rebote. Entramos al segundo tiempo y surgió ese gol nunca visto, por lo que empezó otra vez el partido. Les gritaba a los jugadores que el partido estaba 0-0 y que había que intentar hacer lo mismo que hicimos desde el principio. Había que aprovechar los 45 minutos que quedaban para ganarlo”, sostuvo.
Reconoció que el encargado de rematar el penal, al no estar en cancha Cristian Rodríguez, “era David Terans”, pero que no tenía la confianza para ejecutarlo. “Hablamos ahí y lo pateó el Canario”, añadió, y se refirió luego a la atajada de Kevin Dawson en el último ataque tricolor ante un cabezazo de Sebastián Fernández.
“La suerte también juega en el fútbol como debería haber jugado en un montón de partidos que no fue así. Desde que hicimos el 3-2 estaba sentado y tranquilo porque sabía que íbamos a ganar. Estaba esperando que el juez pitara para irme al vestuario con la tranquilidad de haber cumplido”, comentó.
Sobre el arbitraje de Pablo Giménez, consideró que “es como decía Damiani de los bailes; cada uno habla del baile según cómo le fue”. “Si te tocó bailar con la más linda, el baile fue hermoso. Si no agarraste nada y te tocó la menos agraciada, porque todas las mujeres son lindas, capaz que no te vas tan contento del baile. El arbitraje es igual”, remarcó.
Consultado por Facundo Torres, opinó que “fue fundamental en todo el partido”. “Cuando arranca me hace acordar a Ruben Paz con la fuerza y la potencia que tiene, y con eso digo bastante”, destacó, y contó que “faltando 10 minutos hizo señas de que quería salir y se le dijo que tenía que seguir”. “Y terminó haciendo un pique de 40 metros a 37 kilómetros por hora”, añadió.
“Juega de punta por afuera y da una mano hacia atrás como lo hacía Pellistri. Tiene dinámica de juego, no se cansa, es técnico, es fuerte, define bien y es guapo. Es inteligente tácticamente y lo que se le pide, lo hace. Estamos ante la presencia de un jugador completo”, agregó.
Respecto a Ariel Nahuelpán, resaltó que “es un jugador de área que estaba pronto para jugar 20 o 30 minutos”. “No se dio el partido para que pudiera entrar antes, pero estoy contento de que haya hecho el gol. Hay jugadores que tienen estrella y otros no. Entrar faltando lo que faltaba en un clásico, encontrar esa pelota y hacer ese gol, tal vez está indicando que el hombre tiene suerte y la tendrá en Peñarol”, ponderó.
En relación a su futuro, aclaró que nadie le expresó que ante Danubio sea su último partido, más allá de que Ignacio Ruglio ya lo hizo público. “De mi continuidad hablé superficialmente con Bengoechea. Si viene la licencia y mi contrato termina el 31 de diciembre, como siempre agradeceré a Peñarol la oportunidad que me ha dado otra vez. Ha sido espectacular y lo he vivido como nadie”, dijo.
“Seguir no depende de mí. Yo tengo que dirigir el último partido e imagino que se hará un balance sobre la proyección del club a futuro. Asumo que tendrán estudiado el tema y habrán hecho un diagnóstico muy profundo para tomar una decisión que es fundamental en el desarrollo de lo que viene”, concluyó.