Christian Ferreyra, árbitro principal del encuentro entre Danubio y Peñarol llevado a cabo en Jardines del Hipódromo, que culminó con victoria franjeada 1-0 por el torneo Intermedio 2023, fue entrevistado en el programa Punto Penal de Canal 10 y dio a conocer los detalles de las polémicas incidencias que tuvo el encuentro.
Ferreyra brindó su punto de vista general del partido a nivel de jueces y destacó la actuación de los mismos: “En lo personal fue un buen trabajo arbitral, donde hubo muchas jugadas difíciles, pero estuvimos acertados. Todo el equipo se mantuvo concentrado durante el juego. El partido fue disputado”.
“El VAR siempre chequea. Cuando detectaron que había un jugador en posición adelantada, participando en interferir al adversario, se volvió a evaluar la ubicación del futbolista. Luego de definir el offside, se analizó de qué manera interfiere el jugador. Lo hace en su movimiento de ir a buscar el balón y tener un contacto con el rival”, contó respecto al primer gol anulado a Abel Hernández y continuó: “No estuve cuatro minutos viendo la incidencia, sino que fueron solo treinta segundos”.
Sobre el segundo gol invalidado a Abel Hernández, entendiendo que volvió a interferir Hernán Menosse, declaró: “Por lo que me muestra el trazado de las líneas, partimos de la base de que el futbolista se encuentra en posición adelantada. La otra consideración es que obstaculiza al rival y no le permite defender la pelota. Además, el balón estaba en contexto de disputa”.
“La devaluación de Marcelo de León fue positiva. Volvería a anular ambos goles si el partido fuera mañana”, afirmó el juez internacional sin ningún tipo de duda.
También se refirió a la herramienta como tal: “El VAR vino para hacer justicia. Está en cada uno creer si se buscan elefantas u hormigas”.
“Hay jugadas en las que se tienen argumentos tanto para sancionar la situación como para no hacerlo. En el caso de los goles de Abel, había más motivos para anularlos”, reconoció.
Respecto a una posible mano del defensor de Danubio reclamada por Peñarol en el complemento, expresó: “Todas las situaciones se chequean, sobre todo cuando son dentro del área. Primero la juega el futbolista local, que quiere despejar y la pelota rebota en Cristóforo. La mano está en una posición natural y el balón venía de un rebote, motivo por el cual el contexto no era para cobrar penal. El video arbitraje me confirmó que estaba de acuerdo con la decisión”.
“Siempre hay cosas para mejorar. Muchas veces las cámaras no toman tan bien las jugadas. Cuando sos árbitro principal y vas a observar la situación en la pantalla, las líneas ya están trazadas. No sé cómo se ve en la televisión”, analizó.