Cerro, que vive una situación angustiante en materia económica y deportiva, busca cambiarle la cara a su presente. La nueva comisión directiva encabezada por Alfredo Jaureguiverry, consciente de que el descenso es casi inevitable, busca sentar las bases de un proyecto que le permita un rápido retorno a Primera División para el año de su centenario (2022) y para ese objetivo contrató a Daniel Enríquez como gerente deportivo.
El ex futbolista de 62 años, surgido en Nacional y con pasajes por Cúcuta de Colombia, Peñarol y Toros Neza y Puebla de México, retorna al fútbol uruguayo después de ocho temporadas, ya que en 2013 se desvinculó de Nacional luego de haber trabajado desde 1999 en el club. Primero fue coordinador de juveniles, posteriormente coordinador deportivo y por último gerente deportivo.
Enríquez se desempeñó posteriormente en la gerencia deportiva de Cerro Porteño, y hace un año tuvo un pasaje muy corto por el Ha-Noi de Vietnam, donde renunció a pocos días de que se cerraran las fronteras de Uruguay ante el estallido de la pandemia de COVID-19.
Cerro está último en la tabla de promedios del Campeonato Uruguayo 2020 con 52 puntos y un promedio de 0,881 unidades por encuentro, por lo que tiene que dar caza a tres rivales para salvarse. Los que están a tiro son Danubio con 64, Boston River con 65 y Defensor Sporting con 71, además de Deportivo Maldonado con 28 puntos en 22 encuentros (promedio 1,273).
Desde la matemática, es más factible que se salve del descenso siendo campeón del Clausura y accediendo a las finales del Campeonato Uruguayo que descontando la cantidad de puntos necesarios para superar a sus rivales directos. El descenso es casi un hecho y para ese caso, la meta es comenzar desde la Segunda División Profesional en este 2021 con un proyecto deportivo sólido que apunte al futuro.