El partido de la séptima fecha del torneo Clausura entre Cerro Largo y Nacional estaba fijado para el sábado a las 15:00 horas, pero debido a que los tricolores no encontraron alojamiento en Melo, el encuentro fue fijado para el domingo, lo que hizo que Rampla-Cerro se adelante para el sábado. Esto generó mucha molestia en el Arachán, sobre todo en su presidente, Ernesto Dehl.
En diálogo con Quiero fútbol de radio Sport 890, fue consultado sobre si estaba “medio caliente”, y fue claro, aunque entre una risa irónica: “¿Medio? Como un ají”. “Pasó lo que pasa en el fútbol uruguayo: desprolijidades. Nunca sabés cuando ni como jugás. Hay una Mesa que planifica y luego le cambian las fechas”, expresó.
“Estaba fijado hace dos semanas y ayer me llamó el presidente de la Mesa [Álvaro Rivero] para ver si podíamos jugar el domingo, pero ese día es el día fuerte de la exposición agropecuaria en Melo, una de las más importantes del país. El 90% de la sociedad de Melo se traslada para ahí ese día. Es un disparate grande, es como jugar un partido en medio del carnaval de Melo”, ahondó.
“Ese día vamos a recaudar mucho menos y vamos a tener un problema económico porque los déficits de estos partidos son grandes y no va a haber seguridad, por lo que van a traer desde Treinta y Tres lo cual va a tener un costo mucho más alto”, indicó, y añadió: “Eso al fútbol no le interesa. Están gobernando desde un escritorio sin conocer la realidad”.
Con respecto al hecho de no encontrar alojamiento, contó: “¿Sabés las veces que nos pasó eso? ¿Para mí no importante? Varias veces nos tocó a nosotros ir a concentrar a Montevideo porque no había capacidad hotelera en Maldonado o cuando teníamos que ir a Colonia. La respuesta siempre era ‘ya está fijado’. En esta oportunidad ya estaba fijado, pero los pesos y contrapesos pudieron más”.
“Sin dudas que es un tema de pesos y contrapesos. Y no me estoy poniendo contra nadie, porque cada uno hace los movimientos que quiera hacer. Esto no es justo para una institución pequeña. Hablé con Rivero muy enojado y me dijo que ya estaba fijado, sin flexibilidad alguna. Ahora vamos a jugar un partido en el que vamos a perder dinero”, siguió.
Afirmó que sabe que no es “de los queridos” porque dice “las cosas como son” y no se calla. “En esta tengo 100% la razón. ¿Por qué me cambian un partido que ya estaba fijado por la logística del equipo rival? Hay equipos que tienen determinados beneficios y para otros es todo perjuicios”, apuntó.
“Estoy moviendo cielo y tierra para ver si se puede jugar el sábado”, dijo, y agregó: “Esto se puede solucionar: en Tacuarembó hay alojamiento, en Treinta y Tres hay varios hoteles, en la Laguna Merín hay un hotel. Nosotros vamos a Colonia y hacemos 180 kilómetros, y antes venimos de 400”.
Y continuó con polémica: “Un periodista de acá me dijo, y un compañero de directiva me lo confirmó, que Nacional hace un mes que tenía reservado sábado para jugar el domingo”. “El circo tiene que seguir y los payados tenemos que seguir divirtiendo a la gente. Están destrozando el fútbol. No sé si el presidente [Ignacio] Alonso está al tanto de esta situación”.