El zaguero de Cerro, Andrés Lamas, festejó con una rebeldía especial el ascenso de Cerro tras ganar en la serie final de los playoffs de la Segunda Profesional ante Rampla, el clásico rival, a lo que marcó como: “un regalo de la vida”.
Emocionado hasta las lágrimas y entrevistado en la transmisión de “Sport 8.90” al terminar el partido comentó: “venia de vivir dos años durísimos, que uno los acepta con exigencia y humildad. En la vida no son todas buenas, hay que aprender y se aprende mucho”.
Recordemos que Lamas a finales del 2021 fue separado del plantel de Defensor Sporting junto a otros nueve jugadores, el club que lo lanzó al profesionalismo, tras un ida y vuelta con el entrenador del club de aquel entonces, Leonel Rocco, que también renunció al cargo.
“Se aprende mucho de la falsa idolatría”, siguió diciendo el zaguero y recordó: “de ese que te abrazaba y cuando tuvo que venir a mirarte a los ojos nunca lo hizo o te dijo nada. En lo personal me echaron de mi casa, me mantuve siempre con la frente en alto porque la victoria más grande de mi vida fue que todo un plantel me respaldó y en vez de cuidar las chacras se la jugaron por lo que era justo”.
“Hubo que bancar, mucha gente, hasta la que más me quería, me decía que era momento de dejar (el fútbol), pero yo me sentía bien y la vida hoy me regala esto. Este es un grupo hermoso y una experiencia única en el partido más importante de la historia de Cerro. No jugué en todo el año y me tocó en estos partidos finales, en la definición”.
“En toda mi vida nunca había pensando tanto en un cotejo como este, tenía esa adrenalina. Parece joda que con 38 años, un partido de la ‘B’ de Uruguay pudo más que cualquier otro de Libertadores o la Liga Española”, cerró.
El golero de Cerro, Darío Denis, mencionó por su parte que lo conseguido genera: “felicidad, pasamos momentos complicados y se disfruta muchísimo. Tuvimos altibajos en la temporada, momentos complicados, pero se le gano al clásico rival y se logró el ascenso”.