Pasan los días y Edinson Cavani sigue entrenando junto a Martín Cáceres y el cuerpo técnico de la selección en el Complejo Uruguay Celeste. Matías Vecino, el otro jugador que se ejercitaba bajo las órdenes de Diego Alonso y su grupo de trabajo, ya partió hacia Italia y se sumó a Lazio.

A Cáceres lo sondearon del medio local y de Japón, mientras que por Cavani hay algunos interesados en Europa, en México y Argentina. En la vecina orilla el pretendiente es Boca Juniors, que tiene plazo para anotarlo hasta el lunes que viene.

Según Olé, lo quieren pero no hay gestiones como en el anterior mercado de transferencias, cuando Juan Román Riquelme conversaba con frecuencia por él. Si bien pretenden sumarlo hasta diciembre de 2023, aguardan para jugar sus cartas.

La opción del Villarreal, que hace unos días se perfilaba como la más factible, empezó a enfriarse, más allá de que los tiempos europeos son otros. En el viejo continente queda casi un mes entero de mercado de pases y habrá movimientos hasta el último día.

En ese contexto, los amarillos buscan transferir a Paco Alcácer, delantero que no será tenido en cuenta por el entrenador Unai Emery (pidió a Cavani como prioridad por conocerlo de su pasaje por el PSG), y que se ejercita en solitario en la ciudad deportiva del conjunto amarillo.

Si bien Hertha Berlín, Valencia y Espanyol preguntaron por el atacante con pasado en Barcelona, ninguno concretó una propuesta formal por su ficha. Villarreal, para cumplir con las normas del fair play financiero, necesita transferirlo por ser uno de los sueldos más altos del plantel y contar con un contrato de tres años.

Mientras más se demore la salida de Alcácer del Villarreal, más podría demorar el arribo de Cavani, quien empieza a mirar de reojo el resto de sus opciones a tres meses y medio del arranque de la Copa del Mundo.