Luego de que la Football Association (FA) inglesa abriera un expediente a Edinson Cavani por racismo en una publicación de Instagram, que horas después el futbolista borró y por la que se disculpó, surgieron críticas de todo tipo. La mayoría de ellas poniéndose del lado del uruguayo y entendiendo que el “gracias negrito” que dedicó a un amigo era afectuoso y no racista.
Una de las voces que se alzó cruzó la línea de la opinión y optó por la denuncia ante ‘Kick it Out’ , el lema que la propia FA convirtió en organización en 1997 para denunciar actos de discriminación. Pero la denuncia, para sorpresa de muchos, apunta al ente rector del fútbol inglés, al que acusa de “racismo cultural” y “etnocentrismo” por su accionar.
Andreas Beck Holm, profesor de la Aarhus University, en Dinamarca, hizo pública la acusación en un sitio de seguidores del Manchester United de Escandinavia. Su argumentación, lejos de estar sesgada por el fanatismo de un hincha cualquiera, se sostiene en sus conocimientos de filosofía, teoría política, cultura y sociedad, materias que enseña a nivel académico. Trabajó en distintas teorías del racismo y ha escrito varios artículos al respecto.
"Racismo cultural que está conectado con el etnocentrismo"
Holm entiende perfectamente el significado del “gracias negrito” que utilizó el uruguayo, y destacó además que el futbolista borró la publicación de inmediato cuando se le advirtió la interpretación que podía dársele, justamente para que no se lo tildara de racista. “Mientras las palabras de Cavani no fueron racistas, la decisión de acusarlo sí lo es. Es un caso de racismo cultural que está conectado muy de cerca con el etnocentrismo”, señaló.
“Cavani es un trabajador extranjero que está siendo castigado por su dominio insuficiente del idioma inglés y por su igualmente limitada comprensión de las normas sociales británicas”, sostiene, y lamenta que “se lo sanciona por no cumplir con esos códigos aunque se comunique en una lengua extranjera con un extranjero”
“Es un claro ejemplo de discriminación basada en la cultura de una persona, también llamado racismo cultural. La acusación llevada a cabo por la FA se basa en asunciones que son obviamente etnocentristas. La denuncia implícita indica que las normas culturales de Sudamérica son inferiores a las de Gran Bretaña y no deberían ser toleradas en absoluto”, añade Holm.
Reclama a la FA "visión internacional" y "apreciación de diferencias culturales y lingüisticas"
“Si bien la horrenda historia colonial de Gran Bretaña claramente justifica un enfoque en evitar el racismo, esto de ninguna manera es una excusa para renovar el fanatismo y la opresión enmascarados como corrección política”, agrega el académico danés, quien aclaró que su denuncia “no es ninguna broma” y que su informe es “extremadamente serio”.
“El racismo es un tema importante. Es necesario hacer todo lo posible para deshacerse del racismo, pero no perseguir a futbolistas que obviamente no han demostrado racismo”, asegura, y recuerda que el carácter global que tiene la Premier League debería dotar a la FA de una comprensión más amplia a la hora de comprender otros idiomas.
“La Premier League es una marca mundial, atrae a jugadores de todo el mundo y el fútbol de la Premier League se ve en países de todo el mundo. Esto le da a la FA la responsabilidad de tener una visión internacional y una apreciación de las diferencias culturales y lingüísticas en lugar de ejercer de manera estrecha el imperialismo cultural y repartir castigos a los jugadores extranjeros que hacen todo lo posible para adaptarse a las normas de la sociedad británica y el fútbol británico”, concluyó Holm.