La Copa del Mundo 2022 se puso en marcha con la ceremonia inaugural en el estadio Al Bayt, que con su capacidad para 60.000 personas fue testigo de una fiesta a pura música y color. Hubo derroche de dinero, pero poco contenido futbolístico.
Con típicos atuendos árabes, música de cada una de las 32 selecciones mundialistas (pasando por el “soy celeste” uruguayo) y las canciones que identificaron a los últimos Mundiales, se desarrolló un evento corto con un claro mensaje de unidad.
A falta de una figura mundialmente conocida, cantó el surcoreano Jung Kook presentando la canción Dreamers, al tiempo que el emir de Catar dio la bienvenida a todos los presentes y encendió la polémica al hablar de inclusión y diversidad.