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Inglaterra abrió el grupo B de la Copa del Mundo con una cómoda victoria 6-2 sobre Irán, selección que además de llevarse una dura derrota sufrió la lesión de Alireza Beiranvand. El arquero iraní chocó el rostro con su compañero Majid Hosseini y fue sustituido a los 19’, con el score todavía 0-0 y su equipo pasándola mal.

Un cabezazo de Maguire que dio en el travesaño a los 32’ fue la llegada más clara antes de que se rompiera el cero. Había hecho sobrados méritos para el primer tanto el conjunto de Gareth Southgate hasta que lo logró a los 35’, cuando Jude Bellingham cabeceó un centro certero de Luke Shaw desde la izquierda.

Apenas ocho minutos después cayó el 2-0. Maguire bajó la pelota de cabeza tras un córner desde la izquierda y Bakayo Sako conectó un zurdazo que fue directo a la red. Por si fuera poco, a los 46’ de la primera mitad apareció Harry Kane para asistir a Raheem Sterling, quien selló el 3-0 al descanso.

En el complemento, si bien dosificó energías el elenco de los tres leones, siguió siendo muy superior a un rival que no estuvo a la altura. Saka puso el cuarto a los 62’ con un zurdazo bajo tras pase de Sterling, y tres minutos después metió el del honor Mehdi Taremi, el atacante del Porto.

Los cambios revitalizaron a Inglaterra, que a esa altura se pasaba la pelota para hacer correr el reloj. Los que ingresaron desde el banco renovaron la energía y ampliaron la diferencia. Marcus Rashford metió el quinto a los 71’ y Jack Grealish el sexto a los 90’.

En el último de los 10 minutos adicionados por Raphael Klaus, el árbitro brasileño sancionó un penalito imperceptible a instancias del VAR y Taremi selló el 6-2.

Los ingleses volverán a jugar el viernes a las 16 horas, cuando enfrenten a Estados Unidos, y el mismo día Irán chocará con Gales a partir de las 7.