Felipe Carballo se bajó de la lista de convocados de la selección uruguaya para los partidos ante Colombia y Brasil por una pubalgia que lo tiene a maltraer. Así lo habló con total honestidad con el cuerpo técnico que encabeza Marcelo Bielsa, quien entendió la situación. El volante del Gremio habló del asunto en el programa Minuto 1 de radio Carve Deportiva.
“Estoy arrastrando una pubalgia desde abril. Hay momentos y días en los que te sentís bien, y otros en los que no podés moverte. El cuerpo te obliga a parar y yo tendría que haber parado hace tiempo, pero he tenido micro-paradas. Dado el ímpetu de querer jugar y de que esté la selección de por medio, he jugado con mucho dolor”, reconoció.
“Cuando corro, me cuesta arrancar y girar. Lo hago con dolor y molestia. Uno se acostumbra a ese dolor, y el cuerpo empieza a sacar fuerzas de otro lado y a compensar movimientos de otros lados que no son el pubis, por lo que te empieza a doler la espalda, los posteriores, las rodillas y la cadera”, explicó.
“En estos últimos partidos [de Gremio] ya ni siquiera debí haber jugado. Quise jugarlos porque eran importantes, como el clásico [el domingo pasado contra Inter], y quería estar para la selección, pero llegué a un punto en el que jugué el último partido totalmente medicado, y de todos modos tenía dolores que me impedían hasta correr”, señaló.
“Se tomó la decisión de parar y aflojar un poco porque el cuerpo lo necesita. Si bien es una lesión que requiere de muchos meses, también te permite seguir jugando y hacer los trabajos, aunque incómodo y con dolores. Ahora hacemos una pequeña parada, y espero en las vacaciones [de diciembre] mejorar del todo. Capaz que lleva unas semanitas más después del parate por Eliminatorias”, dijo, y descartó una operación.
“Hace tiempo no se opera porque la recuperación postoperación es larga y complicada. Esto ha avanzado tanto que también se hacen muchos trabajos. Siempre voy antes de cada entrenamiento, 45 minutos antes a hacer unos trabajos específicos, y después también. Y de tarde, en casa o en el gimnasio del barrio, hago trabajos de movilidad, estiramiento y fortalecimiento de algunas partes que permiten seguir llevando esta lesión”, comentó.
Con la honestidad que lo caracteriza, recordó que el domingo a las 18, después de terminado el clásico que su equipo perdió 3-2 ante el Inter en Beira Río, donde fue sustituido al cabo del primer tiempo, habló con el preparador físico Santiago Ferro. “Me avisó que estaba el check-in hecho para el viaje a Colombia y comenté la situación”, contó.
“Me tocó ser sincero con ellos, con mis compañeros y conmigo mismo. Uno siempre quiere estar, pero realmente no estaba en condiciones. Mi cuerpo no me lo permitía y me di cuenta en el partido que no podía correr. Hicimos unas llamadas y se decidió esto para poder recuperar y estar lo mejor posible para la próxima […] Sé la exigencia de los entrenamientos. Por más que duela en el alma, es un dolor para mejorar después”, concluyó.