Sebastián Delgado, representante de canotaje, nunca aflojó ni un segundo en su sueño de llegar a los Juegos Olímpicos y en plena crisis sanitaria fue de los primeros en retomar entrenamientos con la mira en Tokio.
"Ahora bajamos un poco el ritmo", contó el palista que entrena en el Lago Calcagno y mencionó: "venía trabajando muy fuerte, pero ahora decidimos disminuir la intensidad ya que no hay ninguna competencia programada y obviamente el preolímpico se corrió de fecha".
Narró que actualmente "estoy yendo a entrenar todas las mañanas, bien temprano y cumpliendo con las medidas sanitarias exigidas. Me acompaña mi hermano y tratamos de corregir y mejorar cosas pensando en lo que se viene. No quiero perder ni un minuto".
Delgado, que retornó al Uruguay antes que se cerraran las fronteras, está radicado en Pontevedra, España hace cuatro años donde defiende al Kayak Tudense y además realiza su carrera universitaria: "además de ser deportista quiero formarme profesionalmente".
"En mi club ya me informaron que empezaron a entrenar y me pidieron que volviera, algo que estoy intentando conseguir, ya que ahora mucho de mi vida está allá", expresó.
El uruguayo que estudia Ingeniería en Minería y Energías, contó que también tiene esta necesidad desde lo académico: "si bien no paré de estudiar, a mediados de junio empiezan los exámenes presenciales y quiero poder aprobar la mayor cantidad de materias posible, para despues centrarme en elegir mi sueño; los Juegos Olímpicos".
Dijo que le gustaría especializarse "en la rama de Energías" y consultado sobre que lo llevó a iniciar su camino en esta carrera, no dudó en recordar:"mi abuelo tiene una metalurgica y yo siempre estuve metido entre las máquinas y las cosas, eso me trajo hasta aquí".
Y finalizó volviendo a hacer referencia al canotaje: "trabajo muy duro cada día y con plena confianza en el camino recorrido, ojalá pueda alcanzar el gran objetivo que será Tokio 2021".