Cacique Medina: La espina por volver a Nacional y el “vos y 10 más” que le dijo Gallardo

Alexander Medina está haciendo cuarentena en Córdoba junto a su familia sin saber cuándo volverá a dirigir a Talleres. El cierre de la temporada que resolvió la Superliga Argentina dejó a su equipo clasificado a la Copa Sudamericana, pero lamentando no poder luchar por la chance de meterse en la Libertadores. Así lo manifestó al programa 100% Deporte, de Sport 890.

“El objetivo era clasificar a Talleres por quinta vez a una copa y se logró. Es una muy buena cosa, pero estábamos para más y los tiempos daban para terminar el torneo. Estábamos a dos puntos de la zona de Copa Libertadores. Hubo un apresuramiento por parte de la AFA por temas políticos, económicos y deportivos”, opinó el Cacique.

El contrato de Medina expirará el 30 de junio, pero tiene ganas de quedarse y percibió lo mismo de parte de la dirigencia, de la que valoró “la relación generada” y “la gestión que tiene el club”. “La idea del club y la mía es prorrogar. Ahora nos sentaremos a negociar nuevamente, pero hoy no es el objetivo principal”, señaló.

“Me gustaría seguir un tiempo más porque acá hay proyectos, que es lo que buscamos los entrenadores. Y cuando los encontramos hay que cuidarlos. Estamos bien acá y tenemos buena relación con el presidente, Andrés Fassi”, añadió Medina, aunque no ocultó su deseo de tener “una revancha” en Nacional a futuro.

La vuelta a Nacional, la espina y el “despertar a tiempo” para “patear la mesa”

“Obviamente por edad se va a dar la posibilidad de la vuelta. Se tienen que dar los tiempos y ver la gente que esté al mando del club. Dar un paso al costado fue una muy buena decisión para todas las partes en ese momento. Dejé con las manos libres al club previo a las elecciones en un año político muy intenso, con problemas económicos y desgastante”, contó.

“Me quedó una espina muy grande porque el 90% del año fue muy bueno. Jugamos finales desde el primer día; 16 partidos internacionales entre pre-Libertadores, Libertadores y Sudamericana. Es como jugar otro torneo. Implica un desgaste físico y emocional muy grande. Fue la mayor cantidad de partidos oficiales que jugó el club en su historia; 55”, recordó.

“Quince días antes de perder la última final estaba todo bien; era un entrenador para seguir el proyecto de Nacional porque habíamos jugado cuartos de final de la Sudamericana. Después, en una semana, se tiró todo al tacho. No fuimos merecedores del resultado final pero hicimos un buen trabajo. Nos quedamos con buenas sensaciones porque lo hicimos competitivo a Nacional”, afirmó.

Más allá de la autocrítica que mostró, Medina recordó el error del asistente Miguel Nievas que lo perjudicó en la semifinal del Campeonato Uruguayo 2018, cuando Peñarol se coronó campeón dándole vuelta un clásico con un gol que debió ser invalidado.

“Influyeron en el resultado final”, dijo sobre los jueces de aquel partido, y agregó que “el año pasado iba por el mismo camino”. “Diga que se iluminaron algunos dirigentes de Nacional y justo a tiempo patearon la mesa. Lo que vivió Nacional en 2019 pateando la mesa fue a raíz de lo que pasó año anterior. Sabíamos que iba a pasar y no hicimos nada”, aseguró. “Si teníamos las pruebas íbamos a la Justicia”, añadió.

El día que Gallardo le dijo que para un clásico era “vos y 10 más”

Medina recordó una anécdota del Clausura 2012, cuando estaba arrastrando una lesión en las semanas previas al clásico que Nacional ganó 3-2 con goles de Richard Porta, Facundo Píriz y Álvaro Recoba el 20 de mayo.

“Yo tenía una lesión en el gemelo y no me podía recuperar. Estaba fastidiado, veía que el tiempo pasaba y yo no podía recuperarme. Llevaba un mes y pico con ese problema. Un día se acercó (Marcelo) Gallardo y me dijo: ‘No hagas locuras y recuperate tranquilo. El clásico lo van a jugar vos y 10 más. Después no sé si jugarás algún otro partido’. Son cuestiones que marcan a un entrenador”, rememoró.

“Me agarró en el momento justo y faltaba más de un mes para el clásico. Me sacó una mochila porque yo estaba desesperado y no encontraba mejoría. Comencé a quemar etapas. En el partido anterior me puso unos minutos (entró a los 56’ en un 1-1 ante Rampla Juniors el 12 de mayo) y en el clásico fui titular, cuando en la semana no había parado el equipo”, narró.

“Yo me preguntaba si cumpliría y si se acordaba de lo que me había dicho. Yo venía lesionado y él ya tenía una base de equipo. Llegó el viernes previo al clásico y me dijo que iba a jugar”, contó Medina, quien aquella tarde disputó los primeros 57 minutos ante Peñarol. “Después cumplió con su palabra y no jugué más”, agregó el Cacique, quien en realidad sí jugó pero no volvió ser titular. Ingresó en los segundos tiempos de las victorias frente a Wanderers y Liverpool, y no pisó la cancha en la victoria 1-0 ante Defensor Sporting para coronarse campeón uruguayo.