Brujas de Bélgica, que dio la sorpresa al clasificarse a octavos de final de la Champions League con solo un partido perdido, anunció el miércoles que se despidió de su entrenador, Carl Hoefkens, alegando los decepcionantes resultados en el campeonato belga.
Campeones en cinco ocasiones durante las últimas siete temporadas, los Blauw en Zwart (azul y negro en belga), que se enfrentarán al Benfica en octavos de final de la Champions, ocupan en la actualidad la cuarta posición del campeonato belga, a 12 puntos del líder Gante.
“A pesar de un buen recorrido en Champions League, las actuaciones y el nivel de juego en el campeonato se mantienen por debajo de lo esperado”, dijo el club en un comunicado, lamentando que el parón de la Copa del Mundo no haya aportado “ninguna mejoría”.
El club acaba de ser eliminado de la Copa de Bélgica y empató (1-1) el lunes contra el OH Lovaina. El presidente del club, Vincent Mannaert, valoró que “el nivel de juego y los resultados deseados” en campeonato y en Copa no se habían alcanzado, si bien dejó claro que el rol de Hoefkens en la campaña en Champions no debía ser “subestimado”.
En Champions, el club belga quedó segundo en la llave B con 11 puntos, uno menos que el líder Oporto. Bayer Leverkusen y el Atlético Madrid cayeron eliminados. Mannaert no dio ninguna pista sobre la identidad del entrenador que podría reemplazar a Hoefkens, y afirmó trabajar “para la mejor sucesión posible”.
El club brujense crece cada año en potencia financiera sin igual en Bélgica, gracias a las primas europeas y a una política de traspasos muy beneficiosa. El Brujas se ha diferenciado por su capacidad para vender a sus jugadores un precio de oro, como perfeccionado en el pasado mercado entre temporadas con los traspasos de Charles de Ketelaere (vendido al Milan italiano por 35 millones de euros) o Lois Openda (10 millones al Lens francés).