Brian Lozano confirmó al programa Punto Penal de Canal 10 que no seguirá en Peñarol en 2023 y su destino será el Atlas, equipo mexicano que comprará su ficha al Santos Laguna. Si bien tenía ocho meses más de contrato con los carboneros, desde filas aurinegras se le permitirá retornar al fútbol azteca.
“Es una decisión difícil la que me está tocando tomar junto a mi familia, pero es lo mejor para mi persona. Así como me tocó volver a Uruguay porque no estaba bien de salud ni disfrutando del fútbol, y necesitaba rodearme de mi familia para sentir apoyo, no sentí ese apoyo que realmente uno a veces necesita para sentirse más útil en lo deportivo”, indicó.
El Huevo aclaró que esa falta de apoyo nada tiene que ver con Peñarol ni con su presidente, Ignacio Ruglio, así como tampoco con el entrenador, Leonardo Ramos. “Fue más lo que yo me preocupé por otros motivos familiares. Cuando uno no rinde dentro de la cancha es normal si no está bien en su entorno”, comentó, apuntando a cuestiones vinculadas con su numerosa familia.
“Ha habido algunos errores que me han molestado. Me guardo muchas cosas pero tuve que decirlo por más que me doliera. No sentí el apoyo que necesitaba y por eso la decisión de irme. A mi familia y mis hermanos los quiero muchísimo, pero espero que en algún momento se puedan dar cuenta que las cosas no son fáciles y hay que valorarlas”, expresó.
“Me duele demasiado” y espera “volver a vestir esa camiseta”
“Lo futbolístico y lo económico quedan muy de lado. Al salir de Peñarol vuelvo a perder mucho dinero, pero no es lo más importante. No estoy salvado para toda mi vida pero pude ser una persona ordenada”, contó.
“Me tocó hablarlo con Nacho Ruglio y contarle lo que sentía y lo que me estaba pasando. Por el bien del club y del equipo, lo mejor era que yo me fuera. Porque si sigo en la misma rosca de no estar bien, de preocuparme por mucha gente y de no sentir ese apoyo que a veces necesita, es normal que en la cancha no rinda”, explicó.
“Me duele demasiado irme del club en el que toda mi vida soñé jugar, más allá de que en lo colectivo nos fue muy mal. En lo individual estuve lejísimos de lo que puedo dar. He pasado momentos malos futbolísticos, pero no se comparan con lo que viví ahora en Peñarol, donde no pude destacarme en nada. Ni siquiera en las pelotas quietas, que son mi fuerte. Ojalá se me dé la oportunidad de volver y dar lo que realmente sé que puedo llegar a dar”, agregó.
“La decisión que tomé fue para hacerle un bien al club y para sentirme yo. Voy a tratar de seguir buscando ayuda profesional junto a mi familia para poder rendir en el fútbol. Me sigue pasando muchas veces por la cabeza y me pregunto qué hago jugando si no estoy bien. Me voy a rodear en el círculo familiar de mi señora y mis hijos, y trabajar para volver a sentirme yo y disfrutar del fútbol”, contó.
“Le pedí a Leo Ramos que me sacara”
Lozano aclaró que el entrenador, Leonardo Ramos, lo respaldó “siempre”. “Leo me bancó y siempre me puso. En un momento le dije: ‘Sacame, no estoy para jugar’. Si fuera otro jugador capaz que no tiene esa autocrítica y se sigue dando la cabeza contra la pared. Yo tuve la valentía suficiente para decirle que me tenía que sacar y que había otros jugadores que podían darle más que yo”, reconoció.
El Huevo aclaró que nunca pidió no ser tenido en cuenta. “Le pedí que me sacara porque capaz que lo mejor era que estuviera de suplente y, si decidía que me tenía que meter, lo decidiera. No me acuerdo si fue después del partido contra Wanderers. Lo entendió, se arrimó muchísimo a hablar y me apoyó mucho como persona. Es lo que valoro y destaco de Leo”, añadió.
Por otra parte, aseguró que “no fue una equivocación volver a Uruguay” porque “era lo que necesitaba”. “No recibí ese apoyo que pensé que iba a tener, porque siempre lo he sentido, pero en esta ocasión no fue así. Todo sirve de experiencia”, concluyó.